Luis Guillermo Vasco   Luis Guillermo Vasco
 
GUAMBIANOS: HIJOS DEL AROIRIS Y DEL AGUA
 

LA VIDA ES UN IR Y VENIR > CICLO ANUAL > Sropol, Lamokuaro, Lamosro, Nukuaro

El ciclo anual se configura por la sucesión de épocas de lluvia y tiempos más secos, de ninguna o muy poca precipitación, aunque este factor está modificado por la altura sobre el nivel del mar y la cercanía a las zonas de páramo.

Los guambianos distinguimos cuatro grandes pol, épocas o estaciones: srepol, época de la venida de aguacero, lamokuaro, el pequeño verano, corto y con poca intensidad de caída de aguas, lamosre, período de menor aguacero, y nukuaro, el gran verano.

Dos de estas épocas presentan características especiales en las sabanas del páramo y en las tierras más altas. Durante el lamokuaro se dan allí fuertes heladas nocturnas, llamadas puypol. Igualmente, una parte considerable de la duración del nukuaro corresponde a la llegada del kosro, el páramo, llovizna persistente acompañada por temperaturas muy bajas, viento helado y fuerte y gran humedad.

Srepol

Es el llamado invierno o gran invierno, cuando viene Srekollimisak, aguacero, y se caracteriza por precipitaciones muy abundantes. A veces éstas son de corta duración y de gran intensidad y son conocidas como aguaceros negros, en otras ocasiones caen lloviznas continuas durante horas y aún durante varios días, son los aguaceros blancos. Los primeros implican cielos despejados y sol brillante una vez que la lluvia termina, a veces para dar paso a un nuevo aguacero, seguido por la reaparición del sol. El blanco implica días enteros opacos y oscuros, fuertes fríos y cielos encapotados; estos días son lotsopol.

Cuando el aguacero negro cae durante horas, se dan las grandes crecientes de los ríos, enormes avenidas formadas por las aguas que escurren de las montañas y arrastran tierras y sembrados; es el momento de numerosos derrumbes de diversa magnitud. No bien pasa la creciente, ríos y quebradas regresan con rapidez a sus niveles normales.

Srekollimisak, aguacero, viene de abajo, de las tierras cálidas, después de que el viento del páramo, que sopla desde arriba durante todo el verano, se calma y da paso a un período de quietud; luego llegan vientos que soplan hacia arriba y que traen grandes y negros nubarrones que ascienden muy bajos, casi arrastrándose.

Srepol no llega de una vez a toda la superficie del resguardo; decimos que sube "haciendo estaciones". Es como una persona que se demora una o dos horas en tomarse una bebida sorbo a sorbo; por eso se dice que es penikon.

Primero alcanza hasta el pueblo de Silvia, después de varios días llega a la vereda Tapias, en uno o dos días más cae en Las Delicias, después sube a Puente Real. De ahí, en dos días más, avanza a Alto de Troches; por fin llega a Pueblito y Campana. Una vez logra este punto, grita Paalei, trueno, comienza a llover también del páramo hacia abajo y aguacero llega a todas partes. El recorrido de Srekollimisak, hacia lo alto puede, entonces, demorarle varias semanas.

Lamokuaro

Es el verano corto que sigue al srepol. La sequía es intensa y el caudal de las aguas llega a niveles muy bajos. Algunas corrientes pequeñas, las lagunas menores y ciertos ojos de agua pueden llegar a agotarse y secarse, creando problemas, a veces grandes, en la disponibilidad de aguas para el riego y hasta para el consumo doméstico. En este período se sufre por el agua. La temperatura es alta y constante durante el día, con fuertes descensos al amanecer.

En esta temporada es frecuente que días y noches sean despejados por completo; al amanecer se originan violentas heladas que caen en los páramos y en las veredas más altas: Piendamú Arriba, Ñimbe, Campana, Mishampi, Pueblito; incluso, es posible que en condiciones extremas este fenómeno alcance a llegar a zonas más bajas aún. Es el puypol, época de heladas.

En ciertos años, la duración e intensidad del puypol son menores y puede ocurrir que no se presente. Otras veces se prolonga por más tiempo y se extiende hacia abajo con fríos muy fuertes, causando daños considerables en los sembrados y hasta en los pastos de los potreros. La luna amanece en un firmamento sin nubes y, como es tan fría, tuesta hasta al helecho y al castaño, las plantas más resistentes. Para evitar estos daños, se coloca una cabeza de caballo muerto en el centro de la sementera o se extiende un entramado de hilos por encima de ella.

Lamosre

Es la pequeña época de lluvias, mucho menos intensas que en el srepol. Puede suceder que sea muy corta o que no se presente. Durante ella, las temperaturas son moderadas, aunque con descensos pronunciados antes de las precipitaciones. A diferencia de lo que sucede en el srepol, aguacero sube de una vez hasta la parte alta del resguardo, sin hacer estaciones en su avance.

Hasta hace unos treinta años, hacia la mitad del lamosre se presentaba el usropol, tiempo de la ceniza, que se prolongaba durante una semana más o menos. Caía sin cesar un polvo blanco que cubría los sembrados, los árboles, las casas, los campos, los caminos, y cuando era muy abundante causaba daños en la vegetación.

Algunos dicen que esta ceniza venía del volcán Puracé arrastrada por los vientos, pero que dejó de venir hace unas tres décadas. Personas que creían en las ideas divulgadas por los primeros misioneros católicos, según las cuales el infierno quedaba en el Puracé, pensaban que la ceniza era de los cuerpos de los muertos que ardían en el interior del volcán.

Nukuaro

Es la época del gran verano y el período más largo del ciclo anual. En la parte baja del resguardo y en las tierras de altura media es tiempo de sol y fuertes vientos secantes que descienden del páramo. Los días, totalmente despejados, producen una alta insolación, la tierra se seca por completo, el viento levanta grandes polvaredas y se lleva la tierra más menuda, alza y derriba los tejados y hasta arranca y arrastra los árboles más altos.

En los sitios de mayor altura y en las tierras cercanas a los cuatro mil metros, Kosrokollimisak despierta y empieza a recorrer, es el momento del páramo. El viento helado trae lloviznas permanentes, el sol permanece oculto y la humedad lo invade todo, a veces durante varios días seguidos; es namikpol, la época brava.

A su inicio, el páramo es usro kosro, páramo cenizo; cae suave como un polvo gris. La gente de abajo lo ve caer a lo lejos y dice que se ve chucha turi kewa, como una ruana rucia, como color de vestido de chucha. Después se hace muy fuerte, yalo kosro, páramo negro, y cae durante horas y horas en las altas montañas; hasta el león y el oso y algunas aves vienen a tierras más bajas para escapar de él.

Durante el nukuaro, ríos y quebradas braman altos y torrentosos todo el tiempo, mientras atraviesan las tierras bajas requemadas por el sol y barridas por el viento.

Hoy, los guambianos tenemos que correlacionar de manera permanente los períodos de este ciclo con los meses de los almanaques venidos de afuera, como el único modo de poder seguir su secuencia y calcular con cierta aproximación el inicio y la finalización de cada época. Así, vemos que el srepol cubre desde la última semana de septiembre hasta finales de diciembre, el lamokuaro abarca apenas enero y febrero y, a veces, unos pocos días de marzo, el lamosre dura por marzo, abril y mayo, en tanto que el nukuaro se prolonga durante junio, julio, agosto y la mayor parte de septiembre.

Antes no era así. Estas etapas estaban encadenadas por señales e indicaciones de carácter natural, que los sabios y mayores conocían y manejaban.


 
 
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