Luis Guillermo Vasco   Luis Guillermo Vasco
 
LOS CAMINOS DEL AGUA. Según la tradición oral de los raizales de la Sabana de Bogotá
CAPÍTULO 4: LOS TESOROS INDIOS


En general, hay dos tipos de tesoros: uno es el de Mojanes y, el otro, de los muertos individuales y, aunque podría esperarse que cada uno tuviera su nombre específico, lo cierto es que los llaman por igual "tesoros", "riqueza", "entierros" y "guacas". Esto ocurre porque son semejantes (ambos son la unión de gente encantada, su cuerpo y tesoros enterrados), porque el segundo es una versión pequeña e individual del primero y porque es factible que territorialmente se "unan". Para poderlos diferenciar con más precisión, los bauticé con dos apelativos: uno es el tesoro "Mayor", de Mojanes, y el otro son los "menores", de ánimas.

Los tesoros Mayores son propiedad comunal, pues son figuras hechas por las manos de los antepasados en general y que quedaron bajo la custodia de Mojanes. Se pueden formar por la unión de muñecos hechos en comunidad, o por la unión de tesoros de Mojanes menores de un cerro, los de un valle, o los del macroterritorio que, al sumarse, siguen el curso del ciclo del agua. Se representan en una gran "luz" que genera invierno, con lluvias que pueden concluir en grandes crecientes. Son tesoros de propiedad comunitaria que pueden ser "dados" a personas o familias para mejorar el bienestar general.

Los tesoros "Menores" son los de cada "finado" que, al ser enterrado, los queda custodiando (viajando con ellos de su casa o su camellón a los nacimientos o lagunas de arriba o abajo, a donde "escurren" o ascienden). Se les denomina generalmente "guaca". Los "poseía” el difunto, pero él debe devolverlos a la comunidad, pues la riqueza debe fluir hacia todos sus dueños; en primera instancia, a los familiares y, en segunda, a cualquiera de la comunidad. Si se niega a entregarlos, permanece en los canales superficiales del agua hasta que lo haga, en un largo, largo "purgatorio". Se representan en pequeñas luces titilantes que producen suaves lloviznas.

Así, cada tesoro tiene su guardián, poder, "emoción" o "bravura", solo que es más fuerte y creador el de los Mayores que el de Menores. Ambos se convierten en "luces" que, en el caso de los Mojanes, es el lucero, que es la persona y los tesoros unidos (sus hijos, animales, cosas y cosechas) que, como una estrella fugaz azul-amarillo, viaja de un cerro a otro. Mientras que los muertos (ánimas) señalan sus tesoros menores con una luz azul-amarillo, que sale a relucir tanto en verano como en invierno, con territorialidad local (de veredas donde vivió el difunto y donde actualmente está su familia).

Tanto los "tesoros" como las "guacas" pueden ser Muiscas, españolas, republicanas o actuales que, al entrar en las aguas, se convierten en antiguas. No solo es una transformación de cualquier cultura a la india antigua, sino una afirmación de la materia natural: los metales son riquezas de la naturaleza, con independencia a sus formas actuales. Para Vengoechea, las guacas coloniales se diferencian de las indias porque las primeras son de plata y las segundas de oro. Tal diferencia sí la hay, pero, igualmente, las "iglesias" indias también tienen objetos de plata.

4.1 El tesoro mayor y las figuras-reflejo

Estos tesoros son la sociedad, fauna y flora de los caminos de las aguas; sus movimientos y transformaciones corresponden a una intensa contextualización, pues también hacen territorio. "Tesoro" comprende: los "muñecos" o "monos" (niños de oro), los animales de oro, las armas (lanzas y flechas), los tesoros "del Cacique" (ocultos a los españoles), y las casas, Catedrales o Iglesias de oro. Estos encantos, por su "bravura", tienen la facultad de huir ante los humanos, transformándose en otros seres, pero también pueden cambiar su sentido y apariencia al transitar entre "mundos". Para hablar de cada encanto es importante resaltar, inicialmente, lo que llamé "figuras-reflejo". Son aquellas que toma un ser cuando cambia su lugar de origen y permanencia. Cada ser tiene imágenes o apariencias cambiantes que, como en un espejo, se reflejan y se transforman según se pase de un mundo a otro (lo seco o lo acuático). Esto ocurre en tres momentos, que son: la transformación por "encantarse" o "desencantarse", la defensa contra los seres de lo seco y por un mismo encanto representar momentos distintos del ciclo del agua. Cada versión se articula muy bien con el sistema mítico, aún las que tienen una alta herencia española. Hablaremos de cada una a medida que describa los encantos. 1

4.1.1. Los hijos de Mojanes

Para los Raizales, la gente encantada se representa con figura de humano o de animal (la figura vegetal tiene semejanzas con la animal).1 En la Sabana, la apariencia animal, tanto de niños como de adultos encantados, es de "monos" o "micos", con la diferencia de que los adultos pueden transformarse también en leones, venados, burros, mulas o caballos.

"En muchas lagunas hay un guardián que, a veces, es un indio con cara de león o un anciano con luenga y blanca cabellera que, apenas se mueve, encrespa las aguas y embravece la laguna. Se le designa con el nombre de Mohán." Fómeque (León Rey, 1985: 90).

"El pozo del Diablo, ese es un cuento ahí de que, algunas veces, algunas personas iban a bañarse y se les presentaba por ahí un mico sentado, una visión por ahí. Entonces lo llamaban El Pozo del Diablo." Rafael Casas, La Candelaria (Moreno. 1994: 118).

"Cuentan que había un Moján en la Peña de Juaica. Era un hombre bajito, con cabellos brillantes y le caían por la cintura. Tenía las uñas muy largas y afiladas." Estudiantes, Juaica, Tenjo (Casa de la Cultura).

"Basta hablar con cualquiera que guste de paseos entre frailejones para que nos cuente cómo Fulano, cuando iba en seguimiento de algún venado, tropezó y cayó entre un hoyo indígena, hallando unos monos de oro que pesaban sus cinco o más libras (...)." Fómeque (León Rey, 1942: 160).

"(...) Cayó un rayo y se abrió la montaña en dos (...) después salió el mono de oro en el arco iris y cayó donde la Mojana (La Caro)." Don Puno Cojo, Chía.
Dentro de los niños "hijos de Moján", los Raizales diferencian los "Tunjos" de los niños que se encantaron cuando murieron ahogados en algún nacimiento o laguna encantada. El "Tunjo" siempre ha sido de oro; 2 es la multiplicidad de pequeños seres que conforman, cuando se suman, el gran Moján de cada cerro y, por eso, son su "alter-ego". Viaja en Crecientes hacia los ríos en ciclos variados, caracterizados por distinta fuerza de las aguas y diferente sumatoria de Mojanes pequeños a medida que se juntan las aguas. Por esto es que cuando algunos Tunjos se van en creciente sumados en uno solo, la gente dice "se fue el Moján" pero a su vez dicen que aún está en el cerro original. 3 A estos niños casi siempre en las historias se los lleva una "sirena", la cual puede ir sobre una paila de oro, montaña de oro, etc., cantando o peinándose. A pesar de ser una figura europea, Báez (1992) plantea que la sirena fue refuncionalizada por los amerindios para esconder en ella personajes propios. Pero, aunque en el oriente de la Sabana, León Rey recopiló que la sirena es la misma Serpiente "madre del agua" que hay en toda naciente y laguna (la cual trataremos más adelante), en la zona donde se recolectó información oral no hubo tal homologación. De todas formas, es de vital importancia en aquellos viajes "definitivos" en los que el Tunjo o Moján se marcha definitivamente de sus cerros. En Cota y Tenjo, ha aparecido en diferentes ocasiones (principios de siglo y mediados), y en Engativá se la recuerda en la gran Creciente de principios de siglo y la llaman "La Reina". En Mosquera, Barriga (1915) recopiló la historia de sirenas que se aparecen en el río Bogotá a media noche, llevando al "Niño Codenillo", y anunciándole al Diablo las horas. Este anuncio es por los colores del gallo que canta, y el que avisa al diablo la hora de marcharse en el gallo blanco, el “gallo de las ánimas”. El tema de la sirena queda en espera para ser analizado en posteriores trabajos, especialmente comparándola con las serpientes, la madre del agua, las Vírgenes y otros personajes femeninos que se presentan como discurridores de aguas (Crecientes).

Los Tunjos tienen únicamente consistencia de oro en figura de niños humanos o de "monos". En cambio, los niños no bautizados, que se ahogaron y encantaron, comparten con los Mojanes el haber sido alguna vez humanos y el poder tener una figura-reflejo de Mico o Mono de carne y hueso o de humano común. Así, aunque todos tomen la misma fisonomía, solo los que alguna vez fueron humanos y se encantaron pueden tener una figura-reflejo de animal real o común.

4.1.2. Los niños monos y sus huesos

Son una versión pequeña de la apariencia que tiene el Moján adulto (peludo, dientes, uñas y pelo largo) o una apariencia más fuerte de gran esqueleto con colmillos. Son llamados también "Diablitos".

"El nieto del Diablo
Allá por la quebrada de los Alpes, que hay que cruzar en el camino que viene de la Chiguana (Choachí), había una vieja que no merece nada gueno porque cogió la maldita y ahogó su hijito, que se convirtió en un diablito, que tenía por ojicio asustar a los borrachos. A naide le cogía la noche en el pueblo porque las pagaba con un demonio chiquito que la gente se topaba pu'el camino. Ajigúrese, sumercé, que un hombre inorante de lo del tal diablo se jue pa'l pueblo, se embuchó sus chichas y endespués que'taba bien enjuertao, cogió camino pa' su rancha. De pronto se topó con un niñitico que chillaba ni que mico 'horcao. Pero, claro, era el mesmo Judas que llamaba a su mamá. El borracho compadecido lo alzó. Y cuando lo 'tuvo alzao vio que echaba juego por los ojos al tiempo que decía:
-Papito, sos el diablo y yo soy tu diablito. Teno hambe y teno jrío. Teno dentes y como pan y me dalás de comel y le pues me llevalás a aguelito, el viejo liablo que nos está espelando aí abajo en el injierno.
Apenas oyó semejante cuento de boca de un niño como de tres meses de nacido, se le espantó la borrachera y botó al suelo el pequeño, que era el mismo diablo porque 'untual se jué por esos aigres; y nunca volvió a pasar por aquel camino el enjuertao’." Marina García, Fómeque (León Rey, 1980: 151).
Estos monos son la "figura-reflejo", en lo seco, de niños que, al ser ahogados por sus madres, quedaron vagando por los canales de aguas y convertidos en hijos de Mojanes o de Diablos. Se presentan con sus dos apariencias (niño y animal), asustan a mujeres y borrachos, y aumentan su tamaño a medida que descienden del filo de las cordilleras, así como los Tunjos aumentan de tamaño cuando suman aguas. Su habitación es en los túneles de la parte alta de los cerros y crece a medida que se desciende en el camino de las aguas, como los Encantos y las Guacas. Es como si al recorrer territorio, se van juntando aguas y riquezas y los seres (Tunjos y niños-monos) van aumentando en edad y tamaño. En Cota relatan una historia del Diablo, que inicialmente se aparece en forma de bebé para embelecar a las mujeres, pero, en cuanto lo cargan descendiendo la montaña, no solo se transforma en animal, sino que crece como un adulto.

“Bajaban una vez del cerro varias señoras. Iban a traer leña del cerro. Como cuando eso había lluvia, el monte era generoso. Como había que subir bastante, casi hasta Tenjo, entonces llevaban cocinada. Cuando ya iban de vuelta, Marta se quedó retrasada y, en un chuscal, se le apareció el Diablo en forma de bebé llorando. Ella pensaba: "¡Ah! la desalmada que dejó este bebé aquí" y lo levantó y se lo echó en el chal, a la espalda. Pero cada vez que caminaba, le pesaba mas, entonces paró un ratico y miró, ¡AY!, vio tremendas patas que ya se arrastraban por el piso y el animal con pelos y dientes grandotes. Dizque le dijo: 'Yo ya tengo uñas y dientes’. Y la María pegó tremendo grito ¡y a correr! Cuando alcanzó a las otras, les contó, se devolvieron, pero no encontraron nada." Doña Elizabeth Fiquitiva, Cota.
Según Franz Xaver Faust, hay un personaje muy semejante para los campesinos-indios del Cocuy, es el "vigilante" de los puntos donde los caminos llegan a los filos y vuelven a descender por otra cara.

“Los vigilantes de los pasos altos que cruzan las cordilleras, son seres que se convierten en esqueletos con dientes que llegan hasta el suelo. Múltiples son los cuentos de comerciantes que traen sal de las salinas de Sácama, cruzando por las solitarias zonas rocosas frecuentemente cubiertas de nieve. Siempre cuentan que en esos pasos, encuentran un niño que les pide que lo lleven; ellos le ofrecen comida pero el niño la rechaza pues no tiene dientes; entonces lo cargan y cuando alcanzan la altura del paso el niño les dice: Ahora pueden darme comida; ya tengo dientes. El comerciante se da vuelta para mirarlo y ve un esqueleto con dientes largos. El susto es tal, que lo priva de todo su "calor" personal y le causa un torontongo de tanta gravedad que es casi incurable." Cocuy (Franz Faust, 1989: 50).
En la Sabana tendríamos entonces dos tipos de apariencias, que de alguna manera se complementan: animal de grandes colmillos y grandes uñas y humano con apariencia de esqueleto y grandes colmillos. Entre los Yanaconas hay unos personajes semejantes, llamados los "niños Aucas", que están asociados a niños recién nacidos asesinados por sus madres y con figura de esqueleto.

"Entre los Yanaconas del Macizo Colombiano, se cuenta que los niños Aucas viven en la cercanía de las cascadas y son los espíritus de los niños que fueron muertos por sus madres después de haber nacido. También aquí se dice que, cuando un humano se acerca, se convierte en esqueleto con dientes largos. (…) Se dice que de la acción de los guardianes de los pasos nada protege, ni siquiera la carrocería de un carro (...) Para contrarrestar el peligro que encierran los pasos, se agrega una piedra a un montículo de otras piedras que ya se han ido acumulando allí, y se planta en medio de ellas una cruz hecha de palitos. Así se rinde un homenaje a estos espíritus y se reduce el peligro."
En los Andes Centrales, monumentos equivalentes a éstos son llamados apacheta." Cocuy (Franz Faust, 1989: 50, notas de pie 20 y 21).
En la Sabana y Boyacá, para poder controlar personajes encantados en los filos, los Raizales y campesinos usan las cruces de palitos. Un segundo aspecto es que tanto los "monos" (niños ahogados) como los monos-Tunjos y Mojanes, se encuentran en las partes altas de las montañas, especialmente cuando va a venir una Creciente. En esta ocasión, se aparecen echando bultos de "oro" (que, como vimos, son la figura-reflejo del maíz) o, aparentemente, destruyendo los sembrados de maíz de los hombres en lo alto de los montes; finalmente, los sembradíos permanecen intactos. Cuando se les pregunta a los Raizales sobre estos monos atacantes, los igualan a los "micos" o "titíes".

¿Cómo son esos monos?
“Son como los titíes, los que tienen en las casas. Se meten en las labranzas de maíz y se comen todo." Don Seferino, Cota.

"Esos micos son muy antiguos. Son igualitos a los del zoológico de La Florida. Están hace mucho tiempo, desde antes de los españoles. Seguro vinieron y los soltaron aquí y siguieron creciendo." Doña María Fiquitiva, Cota.
De los "Micos" hay una historia en Fómeque (la única compilada sobre esta especie) que reelaboro por su extensión.

LOS MICOS
“Un Rey tenía tres hijos a los que mandó a hacer su vida fuera del palacio durante un año, al cabo del cual debían traerle una prueba de que lo habían conseguido a la altura de su rango. Se fueron juntos y se despidieron en el bosque. El menor siguió por la montaña y no encontrando salida, se quiso devolver, pero se topó con "una multitud de micos que salían entre los árboles" y que se lo impidieron.
Llegó a un sitio en donde había rastros de un fogón y allí el mico que lo había acompañado le habló de esta manera: -Escoge ahora mismo entre las micas aquí presentes la que ha de ser tu mujer. Vinieron las micas y él escogió la que le pareció menos fea (...) Después de su elección, vio que su esposa se subió a un jiné del fogón, y él hizo lo mismo, pues se encaramó sobre otro y allí quedó como dormido y encantado por el espacio de un año.
Cumpliéndose el plazo que había dado el Rey, se despertaron. – Mijiito, y qué va a hacer?", la mica, tan preocupada, le pidió a una tía ropas y un caballo como para un príncipe y se las dio a su esposo, aconsejándole que no fuera a decir que era casado. Cuando el Rey le pidió a cada uno de sus hijos la prueba, él sacó del bolsillo un maravilloso anillo de diamantes que la mica le había colocado a escondidas. Cuando se despidieron, el Rey les ordenó volver al otro año, ya casados. El menor regresó donde su mica y, después de contarle lo sucedido, se subieron a dormir sobre los jines otro año.
Al año volvió a repetirse el viaje, pero la mica esta vez le dijo que trajera al Rey a la montaña para la boda. Así se hizo y, cuando entró la comitiva real a la montaña, el príncipe partió una granada y de los pedazos salieron riquísimos castillos. Se hizo el banquete pero, estando comiendo, la mica comenzó a saltar y a romperlo todo; el príncipe, furioso, la mató de un espadazo. Ordenó luego que se la llevaran para la cocina y, después de partirla en pedacitos, la encerraran en una pieza. Al rato, abrió la puerta de la pieza y apareció la más bella princesa. "Y así terminó el encanto de los micos".4
Los micos en esta historia del Occidente de la tierra fría, son grupos de gente "encantada" con su propia organización, comunidad y riquezas. Rompen su "encantamiento" cuando se corta su cuerpo, lo que se asemeja a la destrucción de humanidades pasadas en otras mitologías.

Los monos en otras Mitologías amerindias


En la mitología Maya Quiché, los "Creadores" (uno de ellos Corazón del Cielo: Huracán) querían hacer unos seres que hicieran perdurar el recuerdo de sus padres. Hicieron, entonces, a los animales, pero estos no hablaban, luego hicieron hombres de barro, pero se deshicieron; luego de madera. Aunque sus huesos eran madera, la carne de él fue de tzité (maíz), mientras que ella fue hecha de espadaña labrada. Pero "no tenían entendimiento, ni sangre, ni razón."

"-Buenos saldrán vuestros muñecos hechos de madera; hablarán y conversarán sobre la faz de la tierra- (...) Pero no tenían alma ni entendimiento, no se acordaban de su hacedor, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas (...) Enseguida fueron aniquilados (...) Una inundación fue producida por el Corazón del Cielo; un gran diluvio se formó, que cayó sobre las cabezas de los muñecos de palo (...)". (Lahoucarde, 1970: 82).
Por desconocer a sus creadores, esta segunda humanidad fue destrozada por los animales (primera humanidad) que permanecían en los montes (por haberlos perseguido y cazado), y por sus propias cosas (piedras de moler, comales, perros, etc.). Luego fueron anegados en una gran inundación.

"Y dicen que la descendencia de aquéllos son los monos que existen ahora en los bosques: éstos son la muestra de aquéllos, porque solo de palo fue hecha su carne por el creador y el formador. Y por esta razón el mono se parece al hombre, es la muestra de una generación de hombres creados, de hombres formados que eran solamente muñecos y hechos solamente de madera." (ibid., 84).
Lo mismo se repite en la mitología Inca: primero se crearon unos hombres gigantes, pero fueron destruidos en el Uno Pachacuti o Diluvio Universal por no pensar, ni alabar a los creadores. Luego fueron creados los actuales hombres, ya muy semejantes al creador, por ser pensantes, hablantes y adoradores de sus creadores.

"...traspasaron el precepto del Viracocha Pachayachachi, que cayendo por esta trasgresión en la indignación suya, los confundió y maldijo. Y luego fueron unos convertidos en piedras y otros en otras formas, a otros tragó la tierra y a otros el mar; y sobre todo les envió un Diluvio General...." (Pedro Sarmiento de Gamboa, Historia de los incas, pag. 35. Citado por Lahoucarde.1970: 137).
En los Aztecas también hubo dos humanidades y la definitiva fue hecha con los huesos de la anterior, tal y como dicen los campesinos de la Sabana de que los huesos de sus muertos son la madera del mundo acuático.

A favor de ser una supuesta humanidad anterior, los Mojanes tienen el ser "antiguos" (en los que se suman todos los antepasados "muertos" no bautizados), manejar las aguas y hacer inundaciones por ciclos. También el que algunos se encantaron por olvidar las normas de reciprocidad y redistribución (como Juan Díaz), las de respeto a sus padres (los golpeen o desprecien), a sus hijos (incesto) o a sus compadres (incesto entre hermanos reales o de palabra). Por eso es tan importante el que en estos mitos sean las madres las que ahogaron a los niños encantados, que ahora son "monos" hijos de Mojanes. También en la Sabana (Cota) como en Boyacá (lago de Tota), hay historias actuales de piedras que originalmente eran niños hermanos y que, al trasgredir las normas (incesto o ir en contra del ciclo del agua) abrieron caminos prohibidos. Las aguas salen en Crecientes que forman cascadas o lagos (Tota) y, al alcanzar a sus causantes, los transforman en piedras (Tota, Cota y pozo de Donato).

Siguiendo esta comparación, los Mojanes y demás encantados pueden ser una humanidad anterior, que fue castigada por desobedecer las normas de parentesco. Pero su verificación en la Sabana (textos) fue imposible, tanto por la poca información, como por la pérdida de la tradición oral. Pero es necesaria la comparación para poder plantear hipótesis, tanto del sentido global del mito como de sus partes, especialmente sobre las crecientes o la muerte.

4.1.3. Burros, mulas, caballos y venados

"Arriba de la piedra donde estuvimos, ahí en lo que llaman la cueva de los zorros, había un nacimiento y, cuando la gente veía que se iba a bañar un burro, decían: "¡Uy!, ahora sí que se nos vino el verano". Porque como los burros trabajan tanto y toman tan poquita agua! (...) Los burros trabajan todo el día y si usted no les da ni comida ni bebida, ellos al otro día otra vez vuelven a trabajar como si nada. Por eso dicen que trabaja como burro" Don José Segura, Cota.

"De donde se desprendió la piedra en el Majuy, vieron una mula que botaba agua por la jeta. Era una quebradita, harta agua. Es señal de invierno bueno o creciente." Teodomiro Rivas, Tenjo.

"Fue una vez que fueron de cacería varios a cabalo y llevaban sus perros y vieron un venado y lo empezaron a perseguir. El venado estaba cerquita y empezaron a correr los perros y pensaban que ya lo alcanzaban y no. De pronto el venado se dejaba alcanzar y otra vez los dejaba atrás, sin rastro. Y se subió al cerro Bóchica y se devolvió y se enfrentó a los perros y les dijo: "¡Bobos, no me persigan más! ¿No ven que no me pueden alcanzar? Los perros salieron asustadísimos y nadie pudo entender lo que pasó. Era un encanto, un Moján hecho encanto." Don Villalobos, Chipaque.
Las mulas y los burros son los encantos que se ven cuando el Moján RECORRE el territorio, en nube y en creciente, hacia puntos extremos locales o de la tierra fría, para hacer "trueques" o "cambios" o para "trastearse" de algún sitio de aguas que ya no les agrada. Los recorridos a los extremo del Macroterritorio (Tota, Fúquene, Chipaque, etc. ) son en verano (Jun.-Jul.-Ago.-Sep.), especialmente para hacer trueque por sal, frutas y habas. Estos movimientos corresponden al del Cinturón tropical de nubes, que se moviliza al norte con el solsticio de estío. Las mulas viajeras con el Moján, aparecen en el periodo de mitad de Mayo, Junio, Julio, Agosto y mitad de Septiembre, como nubes en el filo de las cordilleras. Hacen el recorrido desde cualquier punto hacia el norte y vuelta al punto de partida en el sur en cuatro meses, anunciando el principio y fin del verano. Los puntos a donde llegan en el extremo norte son los únicos sitios donde aún hay lluvias en verano, muy suaves, de páramo, pero con fuerte granizo, como es el caso de la laguna de Fúquene en Julio. En el caso de las figuras-reflejo, en la Sabana y parte de Boyacá, los Mojanes y los Diablos se transforman en burros, mientras las brujas lo hacen en mulas. La diferencia con el esquema español es que ambos están asociados al agua, al punto que, si el burro bebe agua, es signo de sequía y, si una mula escupe agua, es sigo de creciente. Aquí se vuelve interesante recordar el "camello" que los cronistas le atribuyen a Bochica en los mitos recogidos entre los Muiscas.

4.1.4. Serpientes

Los encantos son básicamente duales: entre lo seco y el agua (los patos, las serpientes, la sirena, las moyas, las gallinas, las calabazas); entre el lodo (como los marranos y las tinajas); son "horadadores" y por eso abren camino superficiales a las corrientes de agua (bueyes con arado, zarigüeyas o Ceibas); o con su comportamiento avisan si va a haber buen invierno o un duro verano (como las mulas y burros).

Tienen la facultad de acompañar al Moján y a sus Tunjos cotidianamente, en las tormentas o en las crecientes, según sea el camino (sea local o macroterritorial) y la época (sea ciclo pequeños o grandes). Son encantos "cotidianos" y "locales". Sus transformaciones ocurren antes de que la sal que bautiza los toque, el protagonista los recoja en un chal, pañolón, falda o ruana o los toque directamente con sus manos, o los escupa u orine a tiempo. Al no haber un contacto con la piel (que tiene sal cristiana), no hay "desencantamiento" y se convierten en serpientes negras (por lo general el par), que son su imagen en lo seco, para poder desplazarse y no ser atrapados.

"Dicen que Manuel estaba en la Lagunita de Jabonera y que vio unos pollitos de oro. Él dice que brillaban mucho. Cogió y los echó en un costal y lo único que encontró cuando llegó fue dos serpientes de esas medianitas negras. Pues él botó eso al suelo y que dizque se fueron por entre el agua." Pedro Nemocón. Tenjo.

“Contaba mi mamá que una vez una señora estaba en el cerro y que vio unas ollitas de oro, entonces las echó en el pañolón que llevaba y comenzó a bajar, pero se le hacía más y más pesado, entonces, cuando no pudo más, abrió el pañolón y lo que encontró fue una serpiente. Ella botó eso y se fue por entre el matero." Vicenta Román de Santos, Cota.
El reflejo de serpientes puede ser, en ocasiones, de serpientes negras y, en otras, amarillas (que es también representación del oro); una serpiente o el par. Ambas características son importantes pues, como es común en las mitologías Andinas, las serpientes son "madres del agua” (su característica de oro), y los pares son macho y hembra. Las serpientes negras son dos, las completamente negras, con mordida venenosa (la reacción es de inflamación y con peligro de muerte), y las negras con anillos amarillos que se semejan a los anillos de la de oro de grandes dimensiones. Igual que en casi todos los casos, los encantos aumentan peso y tamaño (a veces edad) a medida que el captor desciende por el ciclo de las aguas, como un "crecer" y un "sumarse".5 Por último, también partes del cuerpo humano, en agua se vuelven culebras.

Las Serpientes madre del agua


En los textos recogidos se nombran tres: las negras, la de oro, de gran tamaño, y la verde pequeña, pero a las dos últimas las llaman por igual "madre del agua". Aparentemente, al oriente de la Sabana, estas serpientes poblaban todas las lagunas6 y mantenían el agua de los pozos, por lo que se prohibía matarlas.

"Aquí era un pozo grande, venían todas las señoras a lavar. El encerrado en cemento se lo hicieron para que se almacenara el agua, pero como mataron la serpiente, por eso es que está así de seca." Don José Segura, Cota.

"En la vereda del Chacal cuentan que una de sus principales fuentes era la laguna denominada Amoladero, la cual, por razones que nadie se explica, se secó de un momento a otro; unos dicen que alguien envenenó sus aguas, otros que mataron la madre de dicha fuente. En lo único que están de acuerdo es que fue una persona sin escrúpulos, llena de rencor contra sus gentes." Estudiantes, SAT, Tenjo (Casa de la Cultura).
Para Teodomiro Rivas, la serpiente verde también es "madre del agua" y es la que guarda los nacimientos asociados a las "luces" de ánimas y tesoros menores (guacas).

“En el nacimiento que batía al lado de mi casa, ahí aparecían luces. Nosotros íbamos mucho al pozo a ver si se nos aparecía "la luz", pero íbamos de día. En el pozo vimos una culebra verde clarita, esmeralda, como de unos 15 cms., muy bonita, la llamaban 'madre del agua’. Una vez fuimos con mi hermano dizque a matarla. Eso uno, de niño, que de curioso se metía con cosas peligrosas sin darle miedo. Hoy en día ¡qué!, y de suerte que mi mamá nos vio de lejos tratando de bajarnos al pozo con palos y nos gritó. ¿Qué es lo que están haciendo?", y nosotros le dijimos que íbamos a matar la culebra, y mi mamá se asustó toda... '¡No! cómo van a matarla? No ve que si la matan se nos acaba el agua?’” Teodomiro Rivas. Tenjo.
El agua es control social por medio de los antepasados pero, cuando las faltas son de toda la comunidad (odio, envidia, rencor, que producen su envenenamiento), el mundo encantado muere y seca las fuentes. El sentido de este personaje es complejo, y más si, según otros autores, es el mismo encanto de la Sirena, 7 que en sí misma es un ser extraño hecho de español e indio que, según Báez, ha sido una refuncionalización en América para ocultar diosas del agua indígenas.

Para Báez-Jorge, en Mesoamérica, los "fenómenos de reinterpretación se han producido por la existencia de canales compartidos de comunicación simbólica", lo que explica por qué la sirena europea "se identificó con las Diosas del Agua mesoamericanas (...)", inhibiendo los personajes autóctonos o creando sincretismos. 8

A las serpientes guambianas también las llaman (en español) "madre del agua", son habitantes de las lagunas, andan por pares sexuados diferenciando los ríos por los que descienden en machos y hembras. 9 Todas las serpientes tratadas están no solo asociadas al agua, sino que tienen el papel de "contenedoras". No pudimos establecer las relaciones entre serpientes y sirenas, pero sí un "marco de comportamientos que en los relatos tienen las de oro.

La serpiente de oro


"La serpiente vive para ese lado, en la Laguna Salitre. Allá vive también el Moján. Pero para que el Moján esté, debe haber junco, tambuche. Él se mete ahí y se asoma.” Clímaco Cuenca, Suba.

"Eso no se deja coger porque es envenenado. Cuando estaban construyendo la Capilla (La Balvanera), la gente decía que por ahí salía una culebra amarilla gruesa, que no se dejaba coger. Yo no la vi., pero varios sí la vieron.” Puno Cojo, Chía.

"Antes de que fuera el Club Los Lagartos, ahí donde está la laguna, en la mitad, había un juncal donde sale una culebra encantada, porque todo lo que se acercaba allí, desaparecía.”
¿También la gente?
Sí, la gente también, las reses… allá no se podía dejar pastar las reses porque se las comía, era más grande que esta casa, toda de oro. Mi mamá contaba así, que era de oro y toda rucia. Mi mamá la vio en el juncal echada. A uno de pequeño sí que le daba miedo pasar por allá. Hasta cuando yo trabajé donde la patrona, al otro lado del cerro, me acuerdo, sería en el año 48... todavía estaba el juncal. Yo iba a limpiar las casas, que los vidrios, las puertas... así. entonces tenía que pasar por el camino junto a la laguna y se veían esas niñas montadas en unos maderos detrás de las lanchas. Eso era una jugarreta. Venían muchos turistas a ver esas niñas en eso que era el Club.”
¿Todavía se ve la serpiente?
“Yo no he vuelto a pasar por allá, pero dicen que todavía está el juncal... ¡De pronto! Pero es que esas cosas ya no se ven. ¿Quién sabe por qué antes sí se veían? Mi mamá sí la vio, dijo que era brillante... era una culebra de oro asoleándose. Porque oro sí había aquí en Suba (...)” Doña Florina Triviño, Suba.
Aparecen bajo construcciones cristianas, o en los cerros donde van a construirlas, mientras en las lagunas permanece en la enea y el junco. Se comen a los seres cálidos, como las lagunas se "sorben" a la gente. 10 Comparten con la serpiente negra y los pelos del Moján el ser "rucias". Esta característica la tiene también la sierpi de las lagunas Guambianas, con pelos de colores que abandona a su rastro y que enferman a las personas.

"(…) Es amarilla, rucia y tiene los pelos parados (...)". Don Clímaco Cuenca, Suba.
Otras características físicas de estas serpientes de oro sabaneras es que son muy largas y, en los cambios de estación, cambian también de laguna, en la misma dirección del cinturón ecuatorial de nubes (al norte para el verano de Julio, al sur para el invierno de Octubre; aunque en Fómeque se relatan viajes paralelos a Oriente y Occidente). Al viajar, se rodean de nube y tormenta, construyendo un camino a medida que salen de la laguna; por más lejos que quede, su cola seguirá tocando la laguna de origen hasta que su cabeza toque la de destino. Cuando vuelan, hacen ruido con el silbido y con el arrastre de sus anillos sobre la superficie de la tierra.

En el Cocuy, estas "mismas" grandes serpientes se llaman "Voladoras" (entre lejanos lugares) y provocan, según Franz Xaver Faust, el "susto", que le hace perder energía a los indígenas, para quedar sumidos en el frío de la enfermedad (Faust, 1992: 49).

4.1.5. Comida y encantos

A las hormigas tambochas, además de que avisan el comienzo del invierno, se las relaciona con las serpientes. Esto nace de una historia publicada sobre el Moján Juan Díaz del Salto de Tequendama.

“Era Juan Díaz el encomendero de la Mesa con mucha riqueza, que tenía una esclavo Negro. El esclavo Domingo descubrió a las hormigas "arrieras" que cargaban oro. A cambio de su libertad, se lo dijo a su amo, pero este lo mató. Las hormigas le traían a Juan Díaz el oro hasta la despensa de la casa. Un día, un cura pasó y Juan Díaz le dijo que la riqueza se la había dado Dios, pues las hormigas eran su creación. Juan Díaz le aseguró que por ellas haría desalojar a todos sus vecinos del mismo terreno. Por esto y por no dar alojamiento a sus padres, el Moján del Tequendama le lanzó una creciente por el río Bogotá, que desprendió toda la tierra, dejándola desértica. Y convirtió a Juan Díaz en Moján del Tequendama". (Rodríguez, 1938: 35). 11
Las hormigas "alimentan" a Juan Díaz, pues le llevan el oro a la "despensa" y como el oro es el maíz de los Mojanes (el oro es la figura-reflejo del maíz en las aguas y viceversa), es probable que el mito oral incluya que las hormigas lo que llevan es maíz, aunque la única referencia equivalente contada por Teodomiro sea la de "comida".

¿Por qué las hormigas le llevan oro a Juan Díaz?
“Bueno, yo lo que sé es que las hormigas le llevan comida a las serpientes. Cogen un huevo y se lo llevan para el hueco. Allá la alimentan hasta que se engorda y entonces se la comen. Mi mamá siempre decía que no pisáramos por donde hubieran hormigas, porque podía salir una serpiente." Teodomiro Rivas, Tenjo.
Pero, a su vez, hay que tomar en cuenta que, para los Raizales, partes del cuerpo humano en agua se vuelven culebras12, y el que los cueros de las serpientes "atraen" los metales.

"Antes, uno veía el cuero de esas culebras por todas las casas, era de lo más normal. Pero ahora no las he vuelto a ver, hace muchos años que no veo una. Eran esas culebras negras con anillos amarillos. Mudan el cuero y lo dejan por ahí y la gente recogía eso. Mi mamá tenía una en la casa y la usaba para sacarse las agujas.”
¿Cómo así?
“Es que antes la gente se pinchaba mucho, como no se compraba ropa. Ahora es que apenas algo se rompe, ya lo botan y no sirve. Antes la ropa, así se rompiera, se seguía usando, y por eso todo el mundo llevaba siempre hilo y aguja, aquí en el sombrero... en la cinta, ahí se guardaba a un lado del moño. Si se rompía la camisa o las medias, ¡déle!, hombres y mujeres. Y pues era común que se pincharan. Una vez, a un tío se le clavó la aguja en un brazo, aquí, abajo de la mano, y se le partió y la punta quedó adentro, entonces mi mamá le amarró con un trapo el cuero de la culebra y sí... la punta se fue moviendo y se fue saliendo y a los tres días ya estaba afuera. ¡Cómo tocaba antes, que no había hospitales ni nada de eso!" Teodomiro Rivas, Tenjo.13
Aunque no fue posible profundizar en este punto, una hipótesis de trabajo es que las serpientes sean también figura-reflejo de Mojanes o de sirenas y que se alimenten de oro, como de seres de lo seco. Es decir, que estos personajes sean figuras-reflejo de pares los mismos personajes encantados y con un sentido territorial particular. En conclusión, las figuras-reflejo pueden ir en muchos sentidos que deben definirse en la misma simbología territorial. Estos pequeños caracteres de cada encanto y su comportamiento, que crea camino de aguas, atraviesan los sentidos territoriales.

4.1.6. El maíz de oro

En Sutamarchán hay la historia de que el Moján regala maíz en polvo a quien le agrada (especialmente a los pobres, los niños, viudas y trabajadores del monte). Ese maíz es oro para los Raizales de lo seco.

“Una vez un niño subía con su mamá al cerro para ir a cortar leña, pero el niño no quería, le dio pereza y se sentó en una piedrita. De pronto, se le apareció un viejito, que dicen era el Moján. Le dijo: ‘Venga, venga niño. ¿Quiere comer?’, y lo llevó a la Peña, a una cueva donde estaba servido un montón de comida, por montones. Cuando el niño ya estuvo lleno, el viejito lo llevó otra vez a la piedra y le dijo al niño: ‘Tenga un poquito de harina de maíz’. Así, poquito.... El niño bajó y a él le parecía que había pasado una hora. Cuando llegó a la casa, se había demorado mucho, días. Cuando le entregó a la mamá, ¡qué manojito de harina! ¡Era puro oro!; y cuando la mamá lo echó en la olla, el oro se creció y se creció, y nunca más fueron pobres." Don Sixto, Sutamarchán.
Esta figura-reflejo puede llevarnos por el alimento de las serpientes, el alimento de Juan Díaz, que era su riqueza en oro, por los hijos del Moján, arrojándole bultos de oro en polvo que bien pueden entenderse como maíz, etc. Teniendo este cuadro, podemos decir que las relaciones entre lo acuático y lo seco, entendidas como de convivencia territorial y de conflicto, están signadas por este alimento. Ante la imposibilidad de transcribir todo el texto, presento una reelaboración, resumida por mí, de la única historia de origen del maíz recogida en el altiplano Cundiboyacence.

Un hombre indio viudo, con hijos y muy pobre, vivía junto al Lago de Tota. Para conseguir qué comer va a tierra caliente (los Llanos) a hacer truque con lana. Allá se encuentra con un viejito que le cambia la lana por unas pepitas de oro de gran tamaño, nunca vistas. Al subir a Tota, el hombre abandona sus obligaciones como padre y se entrega a la contemplación de las pepitas. Regresa varias veces a los Llanos a conseguir más, pero ya no encuentra al Viejito. Un día, estando en su casa, las saca al sol y Bochica aparece, se las quita y las entierra con su bastón. El hombre no entiende, y aunque con el tiempo ve que aparecen unas "palmas", decide abandonar la región. Los hijos de ese hombre permanecen y logran ver los frutos que, con el tiempo, llamarían maíz. (Montaña, 1970). 14
Bien puede ser un resumen del ciclo anual del maíz, pero nos interesa resaltar que, para los campesinos de Tota, el maíz son pepitas de oro venidas de los Llanos, quitadas por Bochica al hombre que las retiene y devueltas como alimento a los desposeídos. El maíz-oro es "dado" a quien cumple sus roles y necesita de la generosidad de la redistribución; y es arrebatado a quien descuida su comunidad y se vuelve avaro. Ese es el principio general para que a un Raizal se le dé o se le quite un tesoro. Es factible que la relación entre las hormigas y la serpiente sea equivalente a la del codicioso Juan Díaz y sus hormigas, al que anega y absorbe otro Moján. Es posible que, como lo veremos más adelante, en épocas antiguas los raizales les ofrecieran o dieran oro a los seres del agua, para calmar su hambre. Efectivamente, los encantados hacían crecientes e inundaciones cíclicas menores cuando tenían hambre, para recoger alimento de los hombres (generalmente marranos).

Cuando un Raizal "guardan tesoros, además de romper todas las reglas de reciprocidad y redistribución y de desconocer por ello las de parentesco, está fundamentalmente guardando comida de Mojanes. Esta relación entre la avaricia de un humano con el maíz-oro y su "conversión" es una de las claves para entender el doble papel que tienen los encantados. Son los que habiendo sido avaros, incestuosos y groseros con los padres, después de su conversión en Mojanes practican lo profano, el poder brujo, la redistribución y la justicia comunitaria.

Hay otros Encantos que salen de viaje en Creciente, por ciclos. La laguna se "desfonda" y baja una gran cantidad de aguas, barro, piedras, etc. arrasando e inundando. El personaje principal es el niño de oro, el Tunjo, que baja acompañado por su "novia", la sirena, los encantos ya nombrados, y adelante va la empalizada, representada en una Ceiba, y luego, "trabajando" en abrir camino, van la yunta de bueyes, las reses, los terneros o un animal blanco. Estos los trataremos en el capítulo de Crecientes.

4.2 Los tesoros menores

4.2.1 Ánimas y sombras

Hay en la gente unas fuerzas físicas internas que llaman "sombra", que suman el "alma" y el "ánima", esta última una fuerza que se expresa en los huesos.15 Estas fuerzas son importantes en los relatos cuando, por conflictos no solucionados, son manipuladas, extraídas o ocupadas por otras, pudiendo compartir un mismo cuerpo. Para los Raizales, los conflictos personales pueden aparecer en diferentes momentos de la existencia individual, pero fundamentalmente están relacionados con los "ciclos" individuales de la muerte (vejez y muerte), donde relucen los conflictos no solucionados durante la vida.

Cuando una persona tiene conflictos de toda una vida sin resolver, se enferma de "envenenamiento" de la sangre y debe hacer una "limpia". Para Teodomiro, estos son de muy difícil curación. En Boyacá, los campesinos dicen que la enfermedad se ubica en el hígado y en la bilis, le ocurre especialmente a los viejos y una de sus posibles curas es beber limón (Pinzón y Suárez, 1992: 179).16

Cuando la muerte se acerca, vienen avisos, casi todos son cantos de aves (gallo a las cinco de la tarde, gallina, currucucú), pero también la presencia de una lechuza y de una mariposa grande en la casa. Hay otros avisos, pero que son del "ciclo" de la muerte.

“Avisos de la muerte, hay varios ciclos. Cuando avisan los cantos, es unos. El otro es cuando está agonizando y se aparece, es que está recogiendo los pasos. Luego, la persona muere y se hace un novenario para despedirlo. Dicen que durante los nueve días ven a la persona. Se sentía el miedo, se oían ruidos y se oía hablar." Teodomiro Rivas, Tenjo. "Recoger" los pasos es recorrer todos los sitios que, como Raizal, son su territorio veredal o municipio (pertenencia a una familia). Se aparecen caminando en los cerros, caminos, visitando gente, al lado de pozos, etc. Pero en este recorrer no se resuelven los conflictos. Cuando la persona muere, los familiares, para ayudarle a "descansar", deben despedirla apropiadamente, sin expresar demasiado dolor, ni muy poco. De las dos sombras, el "alma" se va de inmediato al cielo cristiano, mientras el "ánima" permanece durante nueve días.17

La vela y el vaso de agua


El novenario guarda el tiempo de las tres lunas en que un ánima debe "descender" a las aguas.

¿Pero si ya está muerto, qué pasa con el alma? No se va para algún lado? “Sí, pero solo una. Es que cada uno tiene dos sombras. Una que se va para el cielo apenas se muere y otra sombra que se queda. A esa hay que hacerle una despedida. Después de la muerte viene el velorio y ahí se le reza la novena durante nueve noches. La sombra no se ha ido, viene todas las noches y por eso se le deja un vaso con agua para que tome. El espíritu no se desaparta hasta los nueve días. Uno muere, pero el espíritu se está dando de cuenta qué está haciendo el familiar, si lo lloran, si se despiden bien, si no, no descansa." Don Leovigildo Romero, Cota.
Como los Mojanes, las ánimas necesitan del agua para permanecer y moverse, por lo que se les coloca un vaso son agua y una vela para que se orienten con la luz. Esto lo repiten en el altar casero los distintos días de "difuntos" que hay durante el año: tanto en las festividades de las distintas vírgenes portadoras de ánimas (Carmen, Chinavita, Bojacá, Candelaria, etc.), como el día de difuntos (dos de Noviembre). En algunas casas agregan al conjunto un círculo de pétalos de flores blancas y rosadas.

En el agua recogida en vasos o platones, así como en el vapor del agua (en Sora es el vapor de agua hervida de la laguna de Iguaque), los curanderos y las "adivinas" pueden ver a los espíritus o lo que le ocurre a otras personas.18 Las ánimas permanecen durante el novenario dentro del vaso y, después de él, en los nacimientos o ríos, de donde las Vírgenes las sacan al "cielo" haciendo llover. Es importante recordar que partes del cuerpo humano, si permanecen mucho tiempo en agua se convierte en serpientes, las que se presentaron antes como encantos.

Dicen que las "almas" permanecen en el limbo (especialmente las de los niños no bautizados) mientras son rescatadas los sábados por las Vírgenes. Cada virgen tiene un instrumento distinto para "atraparlas", pero la de la Candelaria, además de ser la que "salva" ánimas de niños (por ser la que encuentra al niño perdido en el templo), utiliza la vela para anunciárseles. Por ser aviso para las ánimas, se las usa para calmarlas. Cuando hay borrasca o se quiere tiempo seco, se pone en un patio una vela de San Dimas o una de La Candelaria; si solo se desea saber cómo va a seguir el tiempo, se coloca la vela y, si se apaga, no lloverá más (León Rey, 1985: 76). En la novena, pues, se combinan estas dos formas de "atender" al ánima.19

Los familiares también deben asumir los conflictos del muerto, que generalmente se deben a dos tipos de "deuda": una guaca que dejó enterrada o una promesa a los santos católicos (misas, comúnmente). Conocemos solo dos formas de las ánimas para transmitir sus conflictos a los familiares vivos: la primera, en la Sabana y Boyacá, un ánima se puede posesionar del cuerpo de un vivo por no tener asuntos resueltos en el mundo de los vivos; en cuanto se cumple su deseo, abandona el cuerpo poseso.20 La segunda y mas común en la Sabana, es el ánima que se presenta con su voz o en forma de "luz", pidiendo solución o señalando la ubicación de la guaca.21

"Pues que mi mamá le quedó debiendo misa a Nuestra. Señora de Chiquinquirá. Era en la Cruz, donde ellos vivían en la tierra de mi Papá abuelo Liberato. Mi mamá se aparecía en la mata de ají. Era apenas una lucecita que prendía y apagaba. Mi hermana la veía porque ella salía a hacer el cacao al corredor. Molía el cacao de harina y le echaba masa de maíz (...) Mi hermana veía la luz y le decía a mi abuelo: Vea la luz en la mata de ají... que alumbra... Pero que ¡mire como se ve! Pero él no la veía Un domingo en la noche, mi hermana cogió un canastado de cacao y el canastado de arepas y se sentó en la esquina del corredor, cuando sintió una mano en el hombro: Hija mía, que paguen la misa a la virgen de Chiquinquirá, que cada día en la tierra es un año de penas allí y es lo único que me queda por cumplir." De una vez salieron para Chiquinquirá a mandar decir la misa y ni más luz." Don Leovigildo Romero, Cota.
Las ánimas son parte de las aguas y la temporalidad del mundo encantado siempre es mas lenta en proporción de un día/un año en las aguas. ¿Por qué toda ánima queda inicialmente atrapada en guacas? La muerte es un ciclo y un camino, las ánimas van de las veredas o el cementerio en descenso o ascenso hasta los nacimientos.22 Si son infractoras, quedarán huyendo por caminos distintos y, si no, permanecerán en el "limbo" por una semana. La Virgen de Chiquinquirá acelera el paso de los túneles a los nacimientos, haciéndolos crecer en las montañas, pues ella les trae agua de neblina o, con su agua bendita, atrae a las ánimas, que juntas forman un nacimiento. En cuanto se hace la misa, el ánima queda liberada y el día Sábado la Virgen del Carmen la "saca", por eso llueve ese día. La segunda "deuda" es no haber cumplido con la redistribución de la riqueza. Una persona que entierra un tesoro y no lo revela antes de morir, queda custodiándolo y, por ello, "penando". Se lo da a quien sin conflictos y más necesitado siga la red de redistribución que él no cumplió: persona generosa, recíproca, pobre o muy calmada. Las guacas son la forma "encantada" de redistribución social.

Los entierros de los antiguos


Mientras los tesoros mayores están en grandes ventanas de agua o en grandes puertas, los menores están en nacimientos, reservorios o en los túneles superficiales, moviéndose en las veredas entre el filo y el valle. Las guacas pueden estar en sitios aparentemente secos (como casas) y aún así pueden escapar por túneles y aparecer en rozas, caminos, monte, nacimientos, etc. Los extremos del arco iris son una forma de encontrarlas. Cualquier riqueza, al ser tan móvil, hay que "salarla" para evitar su movilidad y el frío que enferma.

"Un tío mío se puso a cueviar. El dice que estando arando la tierra, él vio el cofre, pero se le perdió y él empezó a seguir el rastro y, por donde iba abriendo, por ahí iba el rastro de que había pasado. No lo pudo alcanzar, era como con rueditas, así las dos zanjitas. Eso que aquí había todo eso porque esta tierra de Chibchas era muy rica (...) Todo está cueviado y todas estas casas se han de hundir." Dona Florina Triviño, Suba.

“Cuentan también que hay muchas guacas por toda esta zona. Es que los de antes no tenían bancos donde guardar la plata, entonces abrían huecos y la escondían. Pero esas guacas, que eran como ollitas de barro, se movían y después no las encontraban. Por eso había que echarles sal o orín para que se aquietaran" Don Puno Cojo, Chía.

"Esa Hacienda era desde el paradero de La Vecinal hasta El Cóndor. Don Julio era el que araba, llevaba los animales. Eso trabajaba mucho, por 10 ctvs, 15 ctvs. diarios, no alcanzaban para nada. Él, un día encontró un cofre, lo envolvió en la ruana y se lo llevó al Patrón. Don Juan Almonacid fue el que abrió, eso era un baúl lleno de polvo de oro. El patrón se murió al rato, se secó todito. Eso fue el vapor de ese baúl. Eso sale cuando se abre y como Don Juan lo abrió, pues se murió." Doña Florina Triviño, Suba.
Se repite aquí el que al envolver un tesoro en un chal o ruana no se "sala" y puede escapar convertido en serpiente o por el agua, sin enfermar de "seco" o de "frío" al humano. Aguas, oro, ánimas, enfermedad, frío y vapor van estrechamente unidas. Las enfermedades de guacas son frías: el "seco de difunto" (que se trasmite por el cuerpo o por cosas que le pertenecían, etc.), el vaho del entierro o del cadáver y el frío del oro "vivo" que tulle los huesos. Cuando la persona muere, el ánima se expresa en los huesos, y aunque no hay información al respecto, es probable que los huesos sean en sí mismos un tesoro.23

Enguacados: liberadores de ánimas


"La luz" de huesos titilante es el ánima que elige personas que permiten el flujo de riqueza y que continúan la redistribución de la riqueza en su familia y comunidad. Cualquiera (inclusive familias) que se enriquezca mucho más que el resto e imprevistamente, es por una guaca.

"Los tesoros son revelados. Eso no es a cualquiera. El alma que cuida la guaca le revela, porque está destinada, es a una persona." Don Seferino, Cota.

"Mucha gente se ha enguacado, familias enteras. Cuántos no han aparecidos ricos y sin verse de dónde fue. Más arriba se han metido a sacar restos, como entierros y fusiles." Luis Maldonado, Ubaté.

"El señor que es dueño de esa casa era muy pobre. Vivía en un ranchito de paja en Cota. Era tan pobre que, para mantenerse, se iba todos los días con un canasto a recoger moras por este camino (camino Cota-Suba). En ese plan se lo pasaba todos los días para conseguir el canasto completo. Entonces este camino era de tierra y había era un puente de guadua y carrizo sobre el río (Bogotá). Pues Don Carlos se iba por ahí caminando bien tejos de Cota, casi llegando a Suba, Un día vio unas luces, que sí las veía, que no las veía, eran de prender y apagar esas luces. Primero, se pegó un buen susto, pero al otro día se regresó a buscarla, y escarbó y ¡sacó tremendo tesoro! La guaca no se aparece a cualquiera, ella elige quién. Con esa plata se compró un poco de tierra y esa casota. Ya vendió y se fue de Cota." Don José Segura, Cota.
Las guacas aparecen también en antiguos cementerios en las faldas de cerro o donde se "resume" el agua en los camellones. Se aparece una sombra de figura humana junto a una planta; o la figura humana y la luz que enciende la planta; o la luz sola.

"En ‘Las palmas’ hay cadáveres debajo del cerro, ahí era cementerio de virulientos.24 Por ese sitio hay un Tibar contra el cerro. Iba Bernal para Madrid y venía bajando el cerro y vio a un hombre recostado contra el Tibar. Él sí no se asustó y buscó herramienta, abrió en el Tibar y encontró Guaca. Por eso es que ahora tiene tanta plata, porque encontró guaca. Y no se asustó como otros, sino que se fue a buscar y encontró guaca."
“Los Orozco eran Leónidas, Enrique y Marciano (...) Marciano era muy guapo. Una tarde llegó como a las seis a “Las palmas" y agarró camellón arriba, para llegar donde Manuel Correa. Como a las 11, se bajó de nuevo por el camellón y de pronto vio a una vieja parada más abajo. Cuando la pasó se le quitó el susto, pero andando un poquito más la volvió a ver adelante. ¿Cómo fue que me paso?, ¿a qué horas? La volvió a pasar y una tercera vez se la volvió a encontrar y, cuando se le acercó, se soltó un viento fuertísimo y la vieja ya no estaba. Se incendió la Palma donde estaba parada y él llegó de una, sin miedo, y empezó a escarbar y encontró Santuario. Se volvió rico, ahora tiene mucha plata y los hermanos todos son muy ricos, como esa familia sí es unida."
"Antonio Galvis vivía al lado de un camelloncito. Él era muy pasivo, no como el hermano, que era violento. Antonio no podía dormir a veces y salía a darse un vuelto con la escopeta, a ver cómo andaban las cosas. Una noche vio que bajaba una mujer. Serían las 3 de la mañana. Él siguió caminando y, cuando volvió a mirar, no la vio por ningún lado. Otra noche fue igual, salió a darse un vuelto y vio que venía la mujer, pero venía soplando FFFFFFuuu, FFFFFFLIuuu. Ahí sí, qué susto el que le dio, y de pronto brilló la Palma. Con todo y susto comenzó a cavar y encontró copones y muchas riquezas, guaca. Ahora, no ve que tiene como 50 millones, 500 marranos, 4 carros, 60 cabezas de ganado y como 500 fanegadas de tierra. Así es que se han hecho ricos algunos." Don Alejo Pulido, Tenjo.
Tenernos una serie, donde aparecen tres personajes hombres, descritos con cualidades "positivas" para la comunidad y la familia. Lo opuesto a la localización de una guaca es haber matado o ser mujer, lo que implica alguna semejanza; comparando con otras mitologías, tal semejanza podría ser el calor en las mujeres menstruantes y primerizas (Coyaima y Natagaima; Guambianos; Sora) y el calor en los conflictos (Guambianos y Yanaconas).25 Se presenta la sombra con figura humana y, al lado, una planta, que se enciende en algunos casos, prendiendo plantas cercanas.

“Cuando se ve un árbol al que se le han quemado las hojas, dicen que ahí era una parte donde habían visto ‘la luz’." Teodomiro Rivas, Tenjo.

“Donde aparecen como cenizas, como hollín, en las piedras, dicen que hay una guaca." Leonardo Moreno, Chipaque.
Esta "luz" tiene los mismos colores del "lucero" de Mojanes y encantos, solo que en pequeño, con riquezas menos poderosas, y en nacimientos.

"La luz aparece es por la guaca. Puede ser por un barretón que está enterrado ahí. Es por la misma energía de lo que está enterrado. En Santa Cruz, a mi mamá la perseguía mucho, se encendía cuando mi mamá hablaba. Saliendo con un niño pequeño no había problema o se usaba el escapulario. Cuando llegó la luz eléctrica, ya no se volvió a ver por la casa. Lo que pasa es que se corrió de sitio(...)
En la casa permanecía mucha gente, se les daba comida y posada y salían afuera a fumar tabaco en las noches. Entonces se aparecía la luz y la alcanzaban a ver. Se aparecía porque mi mamá estaba ahí. Pero apenas ellos hablaban, "¡Mírela!, ¡Mírela!", se perdía. En ese sector de Santa Cruz dicen que hay hartos entierros."
"Nosotros la llamamos ‘la luz'. Aparecía pequeña y se apagaba y se volvía a aparecer más grande. Se ponía toda azulita y después se ponía amarilla al centro. Cuando mi mamá hablaba, se crecía y, cuando nosotros hablábamos, se achicaba. Era extraño, porque a las mujeres no se les aparece la luz. Si hay una guaca y una mujer se acerca donde la están sacando, se esfuma, se pierde. La luz se aparece más en los nacederos. El nacimiento es en la Peña y va resumiendo el agua. ‘La Jabonera’ (laguna) es nacedero. Va escurriendo y la gente va haciendo depósitos, reservorios."
“El huesito es la Luz, la falange del dedo corazón, aunque al muerto se le quita, si se puede, todo el dedo. Se elige preferiblemente la mano izquierda y se le saca, cuando ya se sacan los restos. Primero duraban 8 a 10 años en el cementerio. Ahora, en 5 años ya sacan los restos. Hay gente que acostumbra envolverlo en un trapo verde y guardarlo en la casa. Otros guardan eso para hacer mates. Los hacen con huesos, tierra de cementerio o pedacitos de vestido del finado. También pueden raspar un pedazo de hueso y dárselo en el chocolate. A la persona adulta le quitan la falange y al niño el cúbito o la costilla. Supongo que porque en el niño se pudren los deditos más fácil. El cúbito es más común. Estos huesitos ayudan a cuidar cuando la casa está sola, porque se oyen ruidos o ven luz como si hubiera persona." Teodomiro Rivas, Tenjo.
Los huesos expresan esa "energía" en cuanto se les entierra, por lo que podemos decir que la esencia del ánima es corporal, mientras la de la otra sombra (el "alma") no pudo ser recopilada.

Los huesos


Tocar directamente el oro (de un Tunjo) produce enfermedad, pues aún no se ha desencantado con suficiente sal, lo que tulle los huesos.

"A un compadre, una vez se le apareció, era un muñequito mono, mono todo de oro (...) En medio del chusque, estaba arrecostado. Sale del oro enterrado. Pero para poder cogerlo hay que, primero, echarle sal, escupirlo o orinarlo, si no se escapa. Pero él como no sabía o dicen que él se embobó mirando el muñequito y lo levantó con las manos así, lo tuvo en las manos y que lo miraba por aquí y por allá Cuando, de pronto, se le cayó y se desapareció. Las manos se le tulleron.”
¿Por qué se le tulleron?
“Porque el oro no se puede coger así. Es enfermizo. Se le adentra a uno el mal y le daña los huesos. El compadre terminó con las manos así, todas tulliditas, cerraditas. Apenas para contar el cuento." Don Seferino, Cota.
Por ese frío, que es propio del cadáver y del ánima que lo habita, son usados en brujería para transmitir el frío del "seco de difunto" a los vivos (especialmente a los niños), produciendo un "secamiento" de la carne hasta morir.26 El ánima se expresa en los huesos como "luz", así como el "lucero" es una combinación entre la persona enterrada y sus tesoros. A su vez, como los Mojanes y sus tesoros, estas ánimas agrupadas hacen nacimiento y, viajando por el cielo, lluvia. Para Teodomiro, es probable que estos huesos, cuando se entierran, se vuelvan de oro, igual que el cuerpo del Moján, pero no hay relatos que lo confirmen.

Las ánimas de los niños ahogados por sus madres, también se expresan en sus esqueletos o huesos. En Choachí, estos "monos" quedan vagando por los "purgatorios" y sus madres también vagan, recolectando los huesos del cadáver.

"Unos campesinos de Choachí me contaron la leyenda del "ánima Coy", probablemente originaria de Santander: una mujer tenía siete hijos y a todos los mató arrojándolos a una laguna (al río Suárez, dicen los santandereanos). La mujer murió y, entonces, por su delito, no pudo entrar al cielo, pero tampoco al infierno, y Dios le mandó a que recogiese los huesos de sus hijos, por lo cual vaga por las noches en los campos y a las orillas de los ríos y quebradas en su busca. Lleva un talego con los huesos que ha recogido y ya no le falta conseguir sino la falangeta del dedo meñique del niño menor. Es un alma inofensiva, pero los campesinos temen encontrarla porque sus lamentos son muy tristes. Silbándole, va donde uno se halla, porque cree allí encontrar el huesito que le falta. Desde que esa mujer murió, se escucha su lamento. De las 6 a las 7 de la noche, se oye el grito de un ave salvaje que va por las orillas de las quebradas gritando ¡Coy!, ¡Coy!." Choachí (León Rey, 1985: 74).
En Nemocón, los huesos son la "madera" del infierno (que se puede equiparar al mundo de las aguas) y, al ser fogones, se explicaría su brillo.

“Compadre pobre le trabajaba a Compadre rico, pero seguía pasando hambres y tristezas con su familia. Pensando, se le apareció el Diablo, que lo bajó al infierno sentado al revés en su caballo. No se encantó y caminó por valles desérticos, hasta que encontró una mujer cocinando en olla muy grande, con un fuego que tronaba muy fuerte.
- ¿Qué hace por aquí? -le preguntó la mujer.
- Nada, solo estoy buscando el camino para volver a mi casa, donde están mis hijos con hambre.
- Sí podrá hacerlo, pero antes tendrá que rajar toda la leña que encuentre aquí: así debe hacer todo el que llega. Empiece ya.
Obedeciendo a la mujer comenzó a buscar leña. Amanecía un día opaco, friolento. Ya se veía todo aquel lugar, una amplia pradera casi desértica. Pero no había leña. Únicamente encontraba por todas partes montones de huesos, largos, cortos, gruesos, anchos, planos. Tantos eran que probablemente existían más de mil montones. Y leña… ni un solo tronco, ni una astilla, ni un chamizo.
- He buscado muchísimo rato la leña, pero no la encuentro, solo veo huesos amontonados- le dijo a la mujer de la olla.
- Es que aquí esa es la leña que utilizarnos, vaya y rájela toda.
Se fue nuevamente, dispuesto con todo entusiasmo a empezar su oficio. Cuando llegó al primer montón, encontró otra dificultad. No tenía hacha. Entonces volvió donde la mujer.
- Coja una paleta de burro de cualquier arrume. Eso le servirá- le dijo.
Fue así como el compadre pobre se puso, con toda perseverancia y laboriosidad, a ‘rajar leña’." Luis Muñoz, Nemocón (Vengoechea, 1992b : 165).27
Hay una fuerte relación entre los encantados y los fogones de las cocinas, tanto en este caso, el de los jinés del fogón, donde los "monos" de la historia de Fómeque duermen encantados durante un año, como en el del Juaica, que visita las casas para recoger sal bija en las piedras del fogón de los hombres. En general, las piedras que conforman el fogón tienen mucho de sus homologas las piedras- puerta. Siendo los huesos la madera de las profundidades, podríamos regresar a la comparación los mitos Amerindios.

Entre los Mayas, las humanidades pasadas eran de madera, fueron descuartizadas y anegadas, apareciendo como los "monos" actuales. En los mitos Aztecas, los Creadores hicieron la segunda humanidad, a los hombres, con los huesos de la anterior.

“Quetzacóalt va a hablar con la "señora de los muertos” y le pide los huesos de los antepasados “- Dolientes están los dioses, porque dicen: ¿quién ha de habitar la tierra?”. Ella aceptó pero si se los llevaba todos y “(…) Subió en alto Quetzacóalt y tomó preciosos huesos: en una parte están colocados huesos de varón; en otra parte, huesos de mujer. Los toma rápidamente y hace un fardo con ellos y luego va cargándolos." (Laohucarde, 1970: 40).
La "señora de los muertos" no sale de su asombro y manda a sus servidores que hagan fosos para hacer caer al dios. Quetzacóalt cae en uno, rodando los huesos por el suelo y las codornices los mordisquean. Cuando vuelve en sí, llora y los lleva a la tierra naciente" a que "la que fomenta las plantas" les dé vida.

"Los remolió y los puso en un rico lebrillo y, sobre ellos, Quetzacóalt se sangró el miembro viril, tras el baño en agua caliente. Todos los dioses hicieron lo mismo (Riberas del mar, Labranza, Consistencia del mundo, el que sale en lugar de otros, el que baja la cabeza). Dijeron los dioses:
"- ¡Dioses nacieron: son los hombres! Y es que por nosotros hicieron ellos merecimientos." (Énfasis mío) (Ayel M. Garibay: La literatura en los Aztecas: 18; citado por Lahoucarde, 1970: 30).28
La humanidad final es hecha con huesos de los anteriores, macerados, destruidos y bañados con sangre. De tener los mitos de Mojanes alguna semejanza con los Aztecas y Mayas, podría pensarse la hipótesis de que los hombres vienen de los huesos de una humanidad anterior (probablemente los mismos encantados), y que se convierten en los "anteriores" en cuanto son enterrados.

Este marco tan amplio de explicación de las guacas y ánimas se une también al hecho de que, para muchos autores, en la meseta Cundiboyacence la mitología que más "ha permanecido es la referente a los muertos inmediatos y las brujas que, junto con las Vírgenes, son sus principales manipuladoras. La relación entre estos muertos, sus cuerpos y huesos y la religión católica se dio durante la Colonia entre los Incas. Estos momificaban a sus brujos (Huaris), Caciques y algunos familiares, o guardaban sus huesos; a ambos les denominaban "Huacasn y les hacían ofrecimientos. Este culto permaneció mucho más que los del sol o la luna.

"El culto de las Huacas viene a ser absolutamente central en la religiosidad indígena, hasta el punto que un siglo después de creerse sustancialmente terminada la evangelización en América, cuando se descubrió el inmenso problema llamado de las "idolatrías", apareció que el verdadero punto de lucha (contra las idolatrías) no estaba en el sol o la luna, sino más bien en los dioses menores, y de modo especial en las huacas." (...) Como bien lo hace notar Marzel, muchos indicios hay para sospechar que el culto de las huacas continúa en el de los santos, que ha logrado conseguir de hecho la primacía en sus festividades." (Rueda, 1982: 73).
Así pues, la relación entre muertos y huesos puede, no solo abarcar mitologías de origen, sino extenderse hasta creencias de muertos inmediatos y religión católica. En la Sabana no fue posible definir a profundidad el papel indio de los personajes católicos, pues es necesario profundizar más en el sentido Raizal de "cielo", que es el eslabón faltante en nuestro análisis.

4.2.2. Las Vírgenes y sus ánimas

Los "promeseros" que van hasta Chiquinquirá en Junio-Julio se traen agua (viene detrás de ellos), que atrapan en Fúquene (lugar de los Mojanes durante ese verano). Esa lluvia calma levemente la necesidad de agua y se esparce por todo el macroterritorio. Algo similar, pero inverso, ocurre con la romería a San Lázaro, en Tunja, donde los promeseros lo que se llevan es el frío del invierno.

"En las horas de la tarde, descienden del alto y emigran a sus ranchos; es costumbre de los tunjanos el decir que, cuando los indios bajan de San Lázaro, "se llevan el frío en los pies", lo cual significa que, a partir de esa época, se inicia en Tunja una moderación en la temperatura rígida." (Ocampo, 1977: 87).
Las Vírgenes en general son agrupadoras y discurridoras de guacas o intermediarias" entre los pozos de agua y el mundo seco. Sacan agua y la esparcen por todo el territorio local o por el Macroterritorio. La de Chiquinquirá trae el agua de paramito hasta los nacimientos, acelerando el tránsito de aguas y ánimas a los nacimientos, y la del Carmen los "saca" y hace llover. Fúquene es a los nacimientos, lo que una guaca mayor es a una guaca menor.

"A la Virgen del Carmen le tenían mucha devoción, es que ella era la que ayudaba en el verano a que no le diera tan duro a las matas. Como ella es la que saca las ánimas del purgatorio.”
¿Y qué tiene que ver?
“Pues que las ánimas son las que traen agua. Hacen llover, no tan fuerte, suavecito." Teodomiro Rivas, Tenjo.
La Virgen del Carmen es considerada como la Patrona de los Transportadores, cargo muy acertado por su papel de "transportar” las ánimas del purgatorio al cielo, en lo católico. Los conductores, según Pinzón y Suárez, sufren de muy fuertes depresiones por verse sometidos a la soledad de los viajes, la muerte y el abandono. Tal enfermedad se llama "pena moral" y tiene su cura.

"Es corriente que pasen por periodos de intensa depresión y angustia, que la mayoría de las veces es resuelta directamente por el curandero, mediante el uso de raspaduras de huesos de animales considerados poderosos por su coraje y valentía. Estos polvos deben ser tomados diariamente por nueve días con jugos y gaseosas.” (Pinzón y Suárez, 1982: 113).
El transportador debe salir de su casa y viajar muy lejos; su protección en este viaje (semejante al viaje de Mojanes en "verano") es la Virgen, que lo lleva y lo trae sin tener que morir, pues ella protege aquella ánima de animal que lleva el hueso consumido. El ciclo de nueve días es el tiempo que un ánima tiene para marcharse a los nacimientos o el que tiene un espíritu para "entrar" en el cuerpo de otra persona.

Los Raizales eligen las vírgenes y algunos santos como transportadores de ánimas por sus símbolos para atraparlas. Algunos de ellos son:

- agrupadores: agua bendita, velas, nacimientos y monedas.13
- Para atraer: el niño de brazos atrae, por ser sin bautizar y sin malos sentimientos, y aleja, por ser un medio de la Virgen para atrapar ánimas y tesoros.
- atrapadores: rejos, cadenas, rosarios, correas, etc.
- de Desencantar: lo que bautice, como la sal (en orín, saliva, sangre y sudor) y el agua bendita.
- de alejar: lo calórico, como el tabaco y el mismo niño de brazos, y los mismos símbolos de atrapar.
Es por el niño que se incluyen como de transportadores de ánimas a santos como San Antonio de Padua y Santo Domingo, que tienen también como labor "buscar lo perdido", tal y como buscan a las guacas.

Los territorios de Vírgenes


Las Vírgenes son por esencia viajeras, "esparciendo" lluvias en recorridos que se cuentan en todo Boyacá y Cundinamarca. Sus territorios concuerdan con los recorridos de los campesinos y Raizales en las "Romerías" o en las procesiones locales.

La historia del origen de vírgenes o de santos, como san Antonio, siempre incluye el conflicto entre el santo y los hombres que desean "trastear" la figura al sitio nuevo del templo.14 Pero también hay vírgenes que se "trastean", al no estar "cómodas" en los sitios de aparición. Algunos de estos sitios coinciden con lugares de Mojanes, como el caso del Diablo de la Candelaria o de Bóchica en Chipaque. Así que estos personajes católicos tienen un movimiento permanente, el mismo que les permite sustituir a los Mojanes en verano.

Los territorios más pequeños son de Vírgenes que cumplen "recorridos" en cada vereda, donde un pequeño altar hace "visita" una noche en cada casa; los recorridos coinciden temporalmente con el mes y con la familia extensa y vecinos (de un camino o un camellón). Las Vírgenes que ocupan el territorio de todo un municipio pueden ser familiares con sus "vecinas" (como entre Cota y Tenjo), se visitan una a otra o se encuentran en el cerro de Mojanes que las une, Majuy.

"A la Virgen del Carmen se le hacen procesiones en casi todos los pueblos. Ella es la Virgen morena, que es la patrona de Cota. Antes decían que la Virgen de Cota y la de los Dolores (Tenjo) eran hermanas y que se visitaban en el Majuy. Otras veces se aparecía una aquí y otra vez aparecía otra allá. Eso lo contaba mi mamá, pero no me acuerdo en qué fechas pasaba." Teodomiro Rivas, Tenjo.
Las hay que cubren grandes extensiones, como el Occidente de la Sabana de Bogotá (Virgen de Bojacá), o grandes cañadas, de la Sabana a los Llanos.

"Dicen que la Virgen de Belén se aparecía en Bóchica, pero allí se aburría mucho y entonces se fue para Une. Pero allí también se aburría y entonces se fue para Ubaque. Allí se quedó y le hacen romería y fiesta. Por eso se llama ‘La Virgen Belén de Bóchica’." Don Anatolio, Chipaque.
Finalmente, las hay Macro, como la de Chiquinquirá. Las asociadas, especialmente con ánimas y agua, tienen un ícono especial que muestra los "niveles" de "la Tierra". La Virgen se encuentra como intermediaria entre el "cielo" y los hombres, que son acechados por seres diabólicos. Las vírgenes están arriba sobre una nube o trono y desde allí dirigen a los ángeles que protegen o "sacan" a las ánimas del purgatorio (La del Carmen, 16 de Julio y 22-30 de Diciembre) o protegen a los humanos de los diablos que están a sus pies (Virgen del Amparo de Chinavita, 1º de Enero) o que estén cargando a Cristo muerto (Virgen de Bojacá) o simplemente están sobre los mortales que les rezan (Virgen de la Salud de Guaduas).

Los otros símbolos fundamentales, que ya vimos, para elegir una Virgen de devoción, es que esté parada sobre una media luna y que lleve en su mano o una vela (La Candelaria) o un rosario (casi todas) o un escapulario (La del Carmen). Las Vírgenes, los curas, los Diablos y los Raizales usan los rejos, escapularios, rosarios, cadenas, lazos, etc., para atrapar encantos, y los Diablos para cargar piedras (el "cuan"). Las Vírgenes elegidas por los Raizales los llevan para asegurar el atrapar las ánimas de las aguas y llevarlas a los "cielos".

"Ella saca las ánimas con el escapulario. Por eso es importante llevarlo, para que si uno se muere ella lo saca (...) las guacas no molestan, si se sale con un escapulario o un niño pequeño". Teodomiro Rivas, Tenjo.

"Una vez un hombre se llevó una camándula descomunal, se puso en acecho entre matorrales al borde de una laguna. Pronto vio venir la áurea pollada y, cuando la tuvo a su alcance, lanzó un "chambuque"29 y todo lo que quedó dentro fue suyo." Fómeque (León Rey, 1942: 182).

“Para librarse de la furia del Mohán, aconsejan los campesinos recurrir al conjuro del sacerdote, una vez que lo tengan encadenao”. "Se le ponen unas cadenas por el sitio por 'onde sale i ai se coge ligerito con las cadenas i lo llev’uno al sacerdote pa' que lo rece." Represa de Chivor (Zuluaga, 1977: 134).

“(...)Si tuviera mi sal, ya t’aria a l’orilla del río con mi rejo de enlazar pa’ agarrar a la sirena que siguro baja esta noche en la creciente, montada en su paila di oro como lo contaba mi aguelo cuando yo ‘taba medianón.'' Fómeque (León Rey, 1978).
En conclusión, las vírgenes y algunos santos tienen un papel de "agrupadores", "discurridores" de aguas y "transportadores" de ánimas, lo que los hace los auxiliadores en los veranos (Jun.-Jul.-Ago. y Dic.-Ene.-Feb.) y sustitutos de los Mojanes, que salen muy poco, están ocultos o viajando. Para Moreno, la Virgen de la Candelaria española fue impuesta y los campesinos representaron en ella lo cristiano en oposición a lo indio pagano. Así, aunque para él su territorialidad sea de origen indio, no la analiza como un personaje donde se oculte algún personaje indio prehispánico. En mi opinión, se requiere un análisis más amplio, donde se incluyan más ámbitos de la mitología campesina y Raizal, como el sentido de "cielo" (a donde llevan las ánimas)30 , pues es probable que las Vírgenes de la meseta Cundiboyacence sean refuncionalizaciones, como otras Vírgenes en América indígena, como la de Guadalupe.

En la mitología Muisca recopilada por los cronistas, hay tres ejemplos de mujeres, pero es muy difícil establecer conexiones en los textos recopilados, como su relación con el verano o el invierno.

De todas maneras, las nombraremos en el capítulo de "Crecientes". Solo podemos decir que el hecho de que las Vírgenes tengan esas territorialidades y comportamientos que complementan el sistema de Mojanes, no solo como discurridoras de las fuerzas indias, sino como hacedoras de territorios complementarios, las hace de origen indio.

4.2.3. La Luna, ánimas y brujas

¿Por qué en menguante?
“Sembraban en menguante, cortaban la madera en menguante. Porque en menguante el árbol no está subiendo agua y en creciente sí está subiendo agua hasta el cogollo. El árbol que se corta en Creciente no sirve para trabajar. Por eso se siembran unas plantas en una luna y en otra. El maíz se siembra en menguante, lo mismo que la papa, la cebada, el trigo y el fríjol. En creciente se siembra toda clase de matas que de flores, como el haba, porque así florean.”
¿Y es que llueve en Creciente o en Menguante?
“En ambas llueve, pero en creciente es de veranito, en menguante es de invierno.”
Me dicen que los Mojanes se encuentran en menguante...
“¡Claro!, conforme es La Tierra. En menguante se visitan como novios para tener hijos. Se tiene más potencia masculina, con los hombres pasa igual. Por eso es que los niños que se gestan en Creciente son niñas, en cambio, en menguante, son hombres.”
¿Por qué la diferencia?
“Porque el hombre tiene la fuerza, la potencia para germinar a la mujer es en menguante. En creciente es probable que no se geste." Don Puno Cojo, Chía.
Las lunas que existen, para los Raizales, son tres: creciente, llena y menguante. Al atardecer, cada una de ellas aparece en un sitio diferente en el cielo y en un abanico cumplen sus papeles. En la creciente, el agua comienza a subir por los palos, plantas, aguas subterráneas, cuerpos animales y humanos. Es la época ideal para las plantas que tienen frutos en sus extremidades, como algunas frutas y todo tipo de legumbres. Se acostumbra sembrarlas en esta época para que floreen y den fruto, de lo contrario no lo dan.

“Si se siembra una mata en creciente, es seguro que no dará fruto, ni flores porque todo se irá en "rama". De aquí el que, cuando hay una persona que tenga una estatura de buen tamaño, la gente diga al punto: se fue en rama o se fue en vicio." Fómeque (León Rey, 1985). En esta Luna, la potencia germinativa de los humanos y de la Tierra (el agua) está "dispersa" por el cuerpo, al "ascender" las aguas y dispersarlas por todo su territorio, haciéndose estéril o anciana, y si gesta es hembra. Es época de capar los animales y las lluvias que caen no son aguas germinativas.

El ascender del agua es un símil de lo que ocurre con las plantas, que llenan su cuerpo de agua de la raíz a los cogollos. En los humanos, el símil de la raíz son los órganos sexuales y, en luna creciente, el agua se dispersa hasta la cabeza. En la Tierra, el agua asciende en forma de neblina por los nacimientos o de vapor por los Arco Iris, los Tornados o la Calima. También, las ánimas y espíritus salen en "vapor" o lluvia de "paramito" o "nievecita" (como la de verano), haciendo lluvia muy localmente, como ocurre cuando salen por intermedio de las Vírgenes.

Su opuesta es la luna menguante, cuando el agua "desciende" en forma de lluvia fuerte buscando los ríos, la parte baja de la tierra y los órganos sexuales; es época de celo (Mojanes, animales, hombres), son aguas que fertilizan, gestan machos y es época de Santos macho (Jesucristo, Corpus Cristi, San Isidro, San Pascual Bailón, etc.).

Aunque la luna menguante se relacione tan directamente con los machos y el maíz, y la creciente con las hembras y las plantas de travesía; y aunque haya tanta semejanza entre el comportamiento que las aguas y las ánimas tienen en luna creciente y el que tienen las aguas, las Vírgenes y las ánimas en verano; y aunque haya tal oposición entre Mojanes y Vírgenes, no podemos afirmar qué tipo de relación directa hay entre Vírgenes, luna creciente y verano. Esta es una relación que requiere mucha más profundidad y marco territorial de investigación.

Este comportamiento de las ánimas con las lunas también se hace visible en los ritos de las brujas, investigados por Pinzón y Suárez en Sora. Estos ritos son para "sacar" el ánima de una persona viva (Ibíd.: 148), para el "amarre" de ánimas para enfermar (Ibíd.: 152), para "sacar" ánimas que se han posesionado de cuerpos de personas vivas (Ibíd.: 114), y para dar fuerza de las ánimas a personas vivas (Ibíd.: 113).

Haciendo una comparación entre ellos, todos tienen temporalidades de ciclos y días de ciclo en base 3 (tres ciclos de 3, 6 o 9 días cada uno) y que corresponden a las tres lunas que reconocen "campesinos" y Raizales. Todos los ritos manejan el "ascenso" o "disperse" de las aguas en luna creciente para atrapar los espíritus, la luna llena para atacar a la víctima con ellos y la menguante para "atraer" el espíritu luego de su labor y "descenderlo" a las aguas. Para "sacar" el ánima de un cuerpo vivo o el ánima atacante de un cuerpo poseso, se utilizan las mismas temporalidades y se hace "discurrir" el ánima con agua.31 El rito de fortaleza y protección de los transportadores es tomar polvos de huesos, también por nueve días.

4.2.4. La movilidad de ánimas y guacas

Las ánimas y sus guacas están en permanente agitación, subiendo o descendiendo por los caminos del agua. Al descender, aumentan de tamaño y edad, como lo hacen los Tunjos de oro y los monos de niños ahogados. Hay también relatos donde las ánimas gritan, descendiendo por los ríos, con voz que va cambiando de bebé a adulto a medida que bajan, no solo en Cota y Tenjo, sino en Siatoca, donde lo hacen en ciclos de 25 años (Restrepo, 1925: 81). También hay historias en que las "guacas" ascienden por los cursos de los ríos, representadas por "Viejas" que, en algunas historias, son la Virgen.

"Había un señor que era viudo y solo tenía una hija. Una noche se le apareció un espíritu en su casa y le dijo: - vaya y abra la tierra, que ahí hay una guaca. El hombre fue y abrió el hueco, pero no encontró nada. Le dijo el espíritu: -¡Noo!, usted se demoró mucho, el tesoro ya se fue quebrada arriba, ahora le toca ir y buscar en lo alto del cerro a una viejita. Vaya y dígale que usted va de parte mía, que le muestre dónde está el tesoro.
Él preparó aperos, se despidió de la hija y subió a la montaña; llegó donde la vieja y ella le dijo: - B tesoro está ahí. El hombre empezó a excavar, pero no encontró nada. Cuando regresó a su casa, le dijo al espíritu: -Ud. me mandó donde la Vieja, pero ella no me dijo dónde estaba la guaca, sino otro lado. -Pues le va tocar obligarla, pegarle y si no dice, pues ¡mátela!, así si cuenta.
El hombre fue al otro día y, después de obligarla a decir donde estaba el tesoro, la colgó de una viga. Cuando fue a escarbar, no había nada. Se encontró con el espíritu. - Usted me dijo que la obligara a que me dijera, y si podía la matara, pero ¡no me dijo dónde estaba el tesoro! -Lo que pasa es que usted la mató y el que mata no puede encontrar el tesoro y, además, se condena. Así que el pobre viudo, sin tesoro y para colmo condenado." Don Sixto, Sutamarchán.
En otros casos, son los encantos los que se convierten en guacas cuando, al bajar una gran creciente, se dispersa en ramales y alguno queda estacionado en rocas.

"Llovió y llovió. Por casa de Rosa Bernal era una tempestad de truenos. Y de tanto rayo que cayó, dicen que se abrió la laja, que es más grande que esta mesa, por toda la mitad. Decían que de ahí había salido e! Moján. ¡Partió la Laja con tantos rayos!" (...) "Bajó ese río con toda la riqueza y se inundó como un mar abajo. Toda se fue por el río Bogotá." Doña María Segura, Cota.

“La riqueza no se ve, solo la vemos nosotros, los Raizales, es una riqueza de puro oro. Esa riqueza estaba arriba, pero se bajó de allá. La más bastante se fue por el río, pero una guaca sí se quedó por acá, en esa fábrica. Dicen los que se quedan ahí de celadores, que los asustan de noche, que les tocan el pelo cuando están dormidos. A otros se les aparece son dos niños, la parejita que está cuidando la guaca. Ahí no duran los celadores por eso, porque asustan muy feo. Es para que no se lleven la guaca.”
¿Por qué se bajó la riqueza?
“Es que esa guaca estaba arriba, pero seguro la estaban molestando para cogerla y esa, para no dejarse coger, se vino en la creciente y se quedó aquí, no se cayó al río.”
¿Cómo no se fue al río?
“Porque no se vino por la quebrada sino por otro túnel". Señora Sucunchoque, Ubaté.


 
 
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