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LOS CAMINOS DEL AGUA. Según la tradición oral de los raizales de la Sabana de Bogotá
María Teresa Carrillo Avendaño, 1997
Cuando María Teresa Carrillo escribió el resultado de su investigación de varios años con los raizales de la Sabana de Bogotá, ella misma no tuvo conciencia clara de su importancia para la vida de estos habitantes de la Sabana; sin embargo, cambió esta vida fundamentalmente.
Un buen número de estos grupos había venido reclamándose como indígenas muiscas, es decir, como parte de los antiguos pobladores de la Sabana a la llegada de los conquistadores españoles. Situación que no les era reconocida ni por el gobierno ni por los distintos investigadores, quienes argumentaban que los muiscas habían desaparecido muy a comienzos del siglo XX, integrándose finalmente a la ciudad o al campesinado. Pese a ello, algunos, como los de Suba, habían constituido un cabildo indígena, sin que este les fuera reconocido.
El trabajo de María Teresa consiguió mostrar la existencia de una concepción propia muisca respecto de los movimientos del agua y demás fenómenos relacionados; y, sobre todo, logró tejer, conjuntamente con los investigadores propios, innatos como ella los llama, una red que relacionó las distintas concepciones locales en una gran visión de conjunto que abarca toda la sabana. Esta gran visión logró, al ser apropiada y empleada eficazmente por los propios raizales, que estos consiguieran su reconocimiento oficial como muiscas y que sean tratados en consecuencia de acuerdo con el sistema legal surgido de la Constitución de 1991.
Este es el borrador de su Trabajo de Grado de María Teresa, según el ejemplar que ella me regaló y que guardo en mi biblioteca. Posteriormente y antes de ser entregado a la universidad, el texto sufrió distintos cambios, resultado de las indicaciones de su director y las mías propias. El texto final puede consultarse en la biblioteca de la Universidad Nacional de Colombia, 4º piso, bajo la signatura: 4.7; C317c; 1997
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