Luis Guillermo Vasco   Luis Guillermo Vasco
 

JUAN BAUTISTA USSA: MOROPIK Y GRAN PINTOR GUAMBIANO

La vida cotidiana

En las tierras bajas en donde se desarrolla la vida cotidiana de los guambianos, sobresalen el ganado vacuno y el caballar; del primero utilizan especialmente la leche; los caballos son medio de transporte y de carga. Las recuperaciones de tierras han dado a los guambianos más espacio para tener los animales, que en la época anterior se “emangaban” en los pequeños espacios con pasto en las orilla de los caminos y de la carretera, en franca competencia con las ovejas.

El ordeño de las vacas

Una pareja a caballo por el camino mientras una mujer ordeña una vaca

El cuidado de vacas y caballos

El cuidado de vacas y caballos (otra versión)

Algunos de los trabajos cotidianos ocupan también su lugar en la obra del taita Juan Bautista. El tejido del telar, para elaborar las ruanas masculinas y los anacos de las mujeres, aparece con frecuencia. Igual es posible ver el proceso de fabricación del sombrero tradicional, trabajo masculino.

Pareja va al trabajo mientras dos mujeres se quedan tejiendo

Revisando los cerdos mientras el mayor teje sombrero

Tejiendo anaco en el telar vertical

La reunión de la familia en la cocina, alrededor del fuego, es de importancia capital en la vida de la sociedad, hasta el punto de que se suele decir que “el derecho nace de las cocinas”. También allí se organizan cada noche los distintos trabajos del día siguiente y se hablan y discuten los problemas del conjunto de la sociedad, cuyas posiciones se van a llevar luego a las asambleas y otras reuniones.

Familia en la cocina alrededor del fogón

En el nakchak tradicional

Esta última imagen deja ver la estructura tradicional, en la cual la cocina era, al mismo tiempo, dormitorio, aprovechando el fuego para combatir el frío, depósito para guardar el maíz sin desgranar y, de paso, conseguir que el calor y el humo lo mantengan libre de gorgojos y otros depredadores, vivienda de los cuyes, fuente de carne para la alimentación, comedor en donde se consumen los alimentos y lugar de realización de algunos trabajos, como el hilado de la lana o el torcido del merino.

Para los guambianos, el recorrer, así sea por los trayectos que conducen hacia y desde los sitios de trabajo, es una actividad importante. Sin embargo, en los últimos tiempos, el caminar se ha ido abandonando, para dar lugar al transporte a caballo y, en forma más reciente, en bicicleta, moto y automóvil, que no tienen la misma importancia porque la relación y el contacto con la tierra se encuentran mediados por esos vehículos.

Dos mayores se encuentran por el camino. Nótese el yash al lado izquierdo

Una pareja pasa por un camino entre cercos de piedra

A pie hacia el trabajo. Caballos de carga, ovejas y cerdos

La ida y regreso de las gentes para el trabajo también es objeto de atención para el taita en sus pinturas, como puede verse en las dos imágenes siguientes.
Uno de los principios básicos de la sociedad y el pensamiento de los guambianos es el de par, kanto, tanto que él da la idea de unidad, en lugar de uno, como entre nosotros, y que en Guambía da la idea de algo incompleto. El par por excelencia en la estructura y reproducción de la sociedad es la pareja, la unión de un hombre y una mujer. De ahí que el trabajo que instituye una nueva pareja, el matrimonio, sea de gran importancia. A él están dedicadas dos de las pinturas del taita Juan Bautista, que aparecen enseguida.

Sentados a la mesa los novios y novias, con sus trajes de fiesta, son el centro

Luzpalo, la música, también constituye un par de tambor y flautas y, estás últimas,
son a su vez otro par, primera y segunda, ninguna de las cuales puede tocar sola

Una pintura resalta como una isla en la producción del taita Juan Bautista, pues no presenta ninguna relación conocida con el resto de su obra o de su trabajo como moropik, pues muestra una maloka en la selva. Una parte de la vegetación que se ve en ella no parece pertenecer a la flora selvática. No recuerdo que el taita haya expresado sus razones para haberla realizado. Algunos detalles podrían apuntar a que fue hecha a partir de una fotografía que de algún modo llegó a sus manos.
Otra obra muestra una laguna sin identificar que, por la vegetación, no parece estar ubicada en las sabanas del páramo. El taita la denominó “Nube en la laguna”.
Una última pintura nos deja ver a dos personas no identificadas, una mujer con un niño, sentadas en una piedra a la orilla de una laguna formada por dos chorreras en un sitio no precisado. La presencia de dos animales que parecen ser osos indicaría que hace referencia a los tiempos más antiguos.

En la laguna de las chorreras

 
 
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