Luis Guillermo Vasco   Luis Guillermo Vasco
 

SEMBRAR Y VIVIR EN NUESTRA TIERRA

IX. OSIK WARAMIK LINCHA TAP (CICLO DEL AGUA)

Primero fue la tierra y junto con ella estaba el agua. En las cabeceras de las sabanas había grandes lagunas. La principal de ellas, un hueco muy profundo situado en el centro de la sabana, como una matriz, como un corazón, era la de Nupisu, Nupitrapu o Piendamú. También había ciénagas y barriales que recogían muchas aguas y se unían con las lagunas. Las aguas nacían de los pikap, ojos de agua que quedaban en el centro, y todas se iban reuniendo para formar un río grande que corría hacia abajo.

En la laguna, que era una saliva grande, estaban tata Illimpi y mama Keltsi, su esposa. (illimbi es como una saliva de nosotros; keltsi es la guasca del kel, mejicano). Allí estaban. De todas estas cabeceras y de ellos venía el río grande, se desprendían las aguas y de allí se iban regando. De allí salían todas las aguas para llegar al mar. En esa época las aguas no subían desde el mar, solamente bajaban.

Una vez que las aguas llegaron hasta el mar y se recogieron en él, se levantó la nube y comenzó a subir por las montañas y las cañadas. Ip atrup, todas las aguas fueron al mar y luego regresaron en nube, maya pi, toda el agua se recogió en el mar, ip, corría de las cabeceras al mar, atrup, y llegaba.
Maya pi ip atrup tapi koik: el agua es buena y es mala y lleva una vida de los sueños. Del agua nacen muchas cosas en la tierra.

El agua hace inundaciones, dicen los blancos; solo ven lo que tiene de malo. Pero los guambianos vemos que las aguas hacen mal y hacen bien.

Si se forma un derrumbe, trae shau, los residuos, y de él sale un niño llorando: un piuno, un pishau. De él vienen los caciques, como José Ignacio Tombé y Teresita de la Estrella, y venimos nosotros, los misak.

Cuando hay grandes inviernos caen derrumbes y bajan inundaciones, pero en ellas vienen los niños que nacen del agua. Es un mal porque arrastra tierras, piedras, árboles, puentes, animales, sembrados, gente. Pero es un bien porque en ella vienen los jefes de nosotros. Se los saca del agua, se los cría y tienen historias grandes; de ellos nacen los valores culturales. Las inundaciones y derrumbes no son solamente inundaciones y derrumbes sino que tienen historias.

Hay niños del agua que vienen en el río cada 35 o 60 años y van a ser cultivadores, van a enseñar para ser agricultores. Otros llegan cada 100 años y vienen con los colores brillosos; son los que cultivan oro y son los más importantes.

Se forman aguas subterráneas que aflojan la tierra y caen por los derrumbes, abriendo huecos, soltando la tierra y preparando para que venga un buen cacique para nosotros. Allí, en los shau, en los residuos que arrastra, se forma el niño que viene adelante, llorando. Los mayores están listos para sacarlo con un bejuco de la montaña. Lo crían y es un maestro que aconseja lo que debe ser todo.

Estos niños vienen envueltos, llorando, chumbados con los colores de kosrompoto, el arco iris, que significan todo lo que van a hacer. Cuando crecen, a los 50 o 60 años comienzan a explicar todos los cultivos, amasándolos en oro amarillo y blanco.

Todavía hoy el agua se sigue moviendo. De varias de esas lagunas corre el agua; de otras no corre pero sí nace abajo de ellas. Las lagunas no tienen pikap, pero más abajo sí los hay y son los que forman los ríos. Todas las aguas van al mar, se devuelven en las nubes siguiendo distintos caminos y caen en los páramos.

Patakalu

Del mar sale la nube que va subiendo a los cerros altos, a los cucuruchos, como el Munchique de Santander de Kolichako. Las nubes se unen entre sí por las guaicadas y, cuando llegan arriba, comienza a llover. Los rayos de la tempestad se conectan con las aguas y las nubes y ayudan a iniciar las lluvias.

Por la derecha sube la nube negra, que va haciendo el mal y que los médicos, los sabios propios, deben voltear a la izquierda. La dirección de la mano derecha es un gran poder. Pero la derecha y la izquierda no son lados fijos, se dan tanto hacia la derecha como hacia la izquierda dependiendo de la posición de las aguas y de los ríos y de en qué lugar se siente el sabedor tradicional con relación a ellas. No hay un lado que sea solo derecho o izquierdo.

Pero sí hay un central de la tierra que es el río grande. Desde el centro se reparte todo y se vuelven a juntar todas las aguas con kosrompoto, que ayuda a encerrar. Que el río salga de las lagunas, de los pikap o de las ciénagas, es lo mismo. Todo sale de un centro, de allí nace la dirección. Es topotak, que es por todo el centro, el eje de las sabanas de las cordilleras

La nube negra es la nube del aguacero negro que va con el ventarrón y tiene un camino que nunca se desvía, va volando por encima de las corrientes de agua subterráneas, túneles por donde camina el ulesrnu, hasta llegar a la ciénaga. Cuando se encuentra allí, cae el aguacero. El agua no nace de la ciénaga directamente, sino más abajo; penetra por ese lugar hasta que afloja la tierra y produce el derrumbe.

La nube viene del mar por el aire, por encima de las guaicadas. Es el patakalu, llamado fantasma por los blancos. Son dos: pulo patakalu, nube blanca y yalo patakalu, nube negra. Pulo patakalu viene guiado por un pikap y ningún sabio nuestro tiene poder para apartarlo de su camino; aparece en forma de neblina; casi no viene de día y se ve mucho mejor de noche, por eso se dice que es kueymantsik.

La nube viene guaicada arriba y llega al filo y se hace neblina con otro pikap. Va de acuerdo con ulesrnu pero por el aire, mientras que este va por la tierra. Sube por las quebradas desde que no haya viento fuerte. Ulesrnu sube también al pikap, y de allí ambos se pasan a la laguna.

Si hay un pikap que está arriba del plan de una casa por la misma guaicada, ese plan no sirve para vivir.

La nube cae donde hay lomas; tal vez viene por la guaicada y, como no sube más, por allí se penetra. Da vuelta por detrás de filos o lomitas y se va al pikap o al páramo o a las lagunas. De allí se devuelve al río.

La nube sube también por otras guaicadas aunque no haya agua encima, pero por dentro de la tierra sí hay. Arriba se junta con las que subieron por el pikap.

Pulo patakalu es del día y es hembra; sube por la izquierda; es la sombra del aguacero blanco; va por el aire como pulo ulesrnu. Yalo patakalu es de la noche y es macho; sube por la derecha y, como yalo ulesrnu, va por dentro de la tierra. Estos seres producen las lluvias y acompañan a sierpi. Piden remedios diferentes para cada uno, pero son los mismos que para kosrompoto.

Otras veces hay lomas que por encima son secas pero por dentro sí tienen agua. Se encuentran un pikap, unos barriales y ulesrnu llega al punto del cenagal. Sube a las lagunas que están arriba y allí se une con patakalu, aunque haya varias lomas. Se forma kosrompoto del barrial a la laguna y tanto ulesrnu como la nube pasan derecho por él de una a otra. Y se levanta mucha nube que va a dar a las lagunas grandes más arriba. Cuando se pone bien negro sobre ellas, está bravísima la laguna y ya llueve, el agua entra en la misma laguna y se forma un río que trae muchos shau y troncos de palos desde arriba.

Más abajo se va formando una quebradita con un ramal que va a un pikap y otro que va a una laguna y entre ellos se forma kosrompoto. Este tiene nubes y está bravísimo y se va acercando hacia las faldas y guaicadas.

Kosrompoto

Kosrompoto es la misma agua, pero tiene unos colores: amarillo, rojo, verde y morado; los cuatro, cada uno con un tono claro y otro oscuro, dan ocho colores que llevan un significado. Kosrompoto va desde una ciénaga hasta una laguna; a través de él, el agua pasa de la laguna a la ciénaga y de allí va regando un mal. También puede estar entre dos lagunas o dos ciénagas. El kosrompoto une entre sí los pikap o los barriales.

Kosrompoto y ulesrnu van caminando hacia las crecientes que traen troncos de palos. Y se forma el derrumbe con muchas piedras y palizadas. Se juntan el derrumbe y la palizada y aquí ya viene el niño adelante de esta agua, pero bien enchumbado con colores, los mismos de kosrompoto.

Kosrompoto no se queda quieto en un lugar; es vivo y camina y, al caminar, va redondeando. Por eso se dice que es poto, una rueda cerrada. Cuando va a caer el aguacero, kosrompoto está hacia abajo y se redondea como lo hacen los caminos del sol y de la luna. Trae las lluvias del páramo, de la sabana fría. El del páramo y el del aguacero son un mismo aro.

Kosrompoto sale en esas alturas de las sabanas, de las cabeceras; son dos aros, hembra y macho. Uno es más claro y más bajo, el otro es más alto y brillante. El macho tiene la cara, el rojo, para abajo, la hembra la tiene para arriba; se miran las caras. A veces salen con su hijo, más pequeño, que se ve pegado a la hembra.

El kosrompoto va caminando detrás, detrás del papo, del sucio que proviene de la sangre menstrual o de la del parto. Mientras anda, va regando kosrok pusrik, kal, que se ve caer como páramo, pero no es agua lo que está regando, es kal.

Para sacar estos kal se necesita hacer un remedio: el kosrok, que quiere decir que en él hay todos los colores, que salen todos los colores.

Sierpi

Hay otro ser que vive en los grandes cenagales, es sierpi, que se mantiene enroscada alrededor de la laguna. Es propia de la ciénaga, es ul, una culebra. Sierpi es maropik, el embarazador. Es como una persona con pelos; hace tiempos hablaba y caminaba como la gente; en esas caminatas engendraba a las personas. Hay sierpi masculina y hay femenina. El macho es el que fecunda a las mujeres; la hembra se pega a los hombres.

Sierpi es del cenagal y cuando la gente pasa por allí siente que el piso se mueve para todos lados; ella produce ese movimiento. Si alguien va allá con el papo, regresa a la casa y enferma de embarazo. Unos dicen que esa enfermedad viene de kosrompoto, otros dicen que sierpi la produce.

Ella no ocupa un único pedazo de tierra, está enrollada abarcando toda la ciénaga. Cuando se pasa por ahí, alcanza a pegar a la gente con la cola y también muerde. Entonces comienza a doler en los pies, sea en la planta o en los huesos, o en las rodillas, y en todo el cuerpo salen granos y enconos. Como es un enemigo el que ha mordido, el dolor sale por horas, como golpeando.

Esa mordedura se produce porque después de estar en una casa donde hay papo de muerte o de menstruación o de nacimiento, la gente se va al páramo sin tener en cuenta que tiene que limpiar. Sierpi no sólo muerde a la persona que tiene el papo sino también a aquellas que se han juntado con ella, muerde a otros de la familia o a las visitas. Por eso quien tiene el papo le hace mal a todos los de la casa si no tiene en cuenta que debe limpiar haciendo el remedio. La culebra, que es tan viva, alcanza a morder a cualquiera y la familia queda enferma.

En el mismo cenagal en que está, sierpi tiene los remedios para curar. Hay plantas venenosas, hay plantas medicinales, plantas malas y plantas buenas. Para poder recoger esos remedios hay que pedirle permiso, decirle: “regáleme estas plantas buenas o malas para yo curar en otra parte”. Si no se le pide, sierpi queda como brava.

Kosrok pusrik

Los pelos de sierpi son kal, que en guambiano se llaman kosrok pusrik; como voltea por esos sitios y se mueve, los va soltando; uno pasa y se le pegan. Son pelos vivos y por eso penetran en el cuerpo y producen fatigas, rasquiñas, muerden, pican. También son pelos de luropansik que acompañan desde aquí. Hay kosrok pusrik negros, blancos y rojos; son de tres clases. Son pelos desprendidos de sierpi.

Hay hierbas especiales para sacarlos del cuerpo. Se hace un envuelto de varias plantas y se amarra y envuelve con un trapo durante una o dos horas. Se desamarra y se ven allí todos los kosrok pusrik moviéndose. Los sabedores dicen que se emborracharon con el remedio y salieron. Hay que amarrar seis clases de plantas. Algunos no saben hacer el remedio; amarran las plantas pero no tienen resultado.

También kosrompoto suelta kosrok pusrik. Y pulo ulesrnu y yalo ulesrnu. Se revuelcan en cualquier parte, se les caen esos pelos y quedan ahí, uno pasa y se le entran al cuerpo y lo enferman.

Por eso hay que hacer tsaporap a los cultivos pues los mayores dicen que tienen kosrok pusrik que producen enfermedades; después de hacerles el tsaporap, los productos alimenticios ya no los tienen. Los antiguos dicen que no hay que tomar agua en cualquier parte porque tiene kal. Por eso tampoco se pueden consumir los animales del monte que se comen las papas y la madera, como la guagua.

Los kal son como pelos que se mueven; hay de distintos colores. Si se comen, dan enconos o dolor en las piernas o en la espalda. Kosrompoto es la madre de los kosrok pusrik, de él vienen. Están en la tierra, en el agua y en los animales que van al monte. Si uno se duerme en ciertas partes, se le pegan. Parecen pelos del color del propio kosrompoto.

Pishimisak y sus seres

Pishimisak vive en el páramo; es el dueño del agua, del humano, de todo. Él enseña a cultivar a través de sus propios cultivos silvestres y enferma, a través de todos los seres que le corresponden, a quien no le hace caso. Hace música con los ruidos: canta, silba, llora, hace ruido de lavar ropa.

Pishimisak, es Numisak, es el principal. De él se desprende srekollimisak, que es macho y es el mismo srepantsik y el mismo srepaley; es el aguacero. Y se desprende kosro usri kollik, que es hembra, que es usri, la esposa; es el páramo.

Aparece también kallim. Hay kallim tapik, bueno, y kallim kaik, malo. De ellos viene todo lo bueno y lo malo al misak, a la gente. Y quien interpreta todo es el moropik, el sabedor propio. Kallim siempre aparece entre nubes o entre chispiadero del páramo.

Cuando hacía llover, ya salían los otros. En el origen está el agua y en ella kosrompoto. Cuando Pishimisak estaba en la sabana ya existían los demás. Aparecieron patakalu que se encuentra en el numay, en el gran camino, ulesrnu, que se encuentra en piu, allí, en el agua, y luro, que está en los pirotrap yu, en los túneles.

Pantsik es la sombra que viene con el misak y de allí viene kueypantsik. Isikpantsik es el espíritu del viento y del verano. Sropantsik es el espíritu o sombra de la lluvia.

También existe la sombra del agua que toma la forma de una gran mariposa; es pitrero. Viene por el agua a las 11 o 12 de la noche y ataca a los niños más pequeños; sale del agua y entra a la casa donde están los niños o ensucia la ropa de éstos cuando la mamá la lava en el río y la deja sobre una piedra sin tener cuidado.

Pipantsik es el fantasma que camina por encima del río. Viene desde la laguna y va hacia el mar; cuando baja, aunque el río lleve poca agua, se oye como si estuviera crecido. Es la misma nube que camina con el viento y cambia. No puede caminar sin él. A las 10 de la noche va subiendo y a las 11 o 12 de la noche ya baja pikueypantsik. Al arrimarse a la gente produce enfermedad y hay que hacer remedio. Si el sabio le calma el viento, se desaparece y se vuelve agua. Este pikueypantsik es el aguacero que corre y sale de pulo patakalu que se ha vuelto agua.

Ulesrnu

En las sabanas del alto río Claro hay bastantes corrientes subterráneas que han cavado túneles profundos, algunos de los cuales se han derrumbado en ciertos tramos, dejando al descubierto el agua que corre. En otros casos se han abierto profundos huecos que permiten oír pasar el agua que va muy honda. Otras veces únicamente se oyen correr las aguas bajo el piso. Son los caminos de kueymantsik, hechos por kuchi y por donde va ulesrnu. (Su nombre viene de ul, que quiere decir culebra).

Ulesrnu llega por dentro de la tierra. También hay ulesrnu del aire, que a veces aparece como una nube blanca que en las mañanas se aposenta acaballada sobre los filos de las montañas, descansando sobre los pikap. La nube sube arrastrándose por una falda, llega a la cima y baja por el otro lado; aparece como terciada, a la manera de una ruana, sobre la cima de la montaña.

Ulesrnu viene por la tierra desde el mar en dirección a los pikap, hasta que llega a los chillikap pikaik, los barriales. Ulesrnu no se ve, apenas hace ruido. Atraviesa la cordillera o los cerros por un camino que va derecho.

Aunque haya ojos de agua, se ve barrial y el agua se va por dentro de la tierra y no por encima. Keulonap quiere decir que la sombra se abrió el paso y quedó en relación, como pegada, y engendró. La nube llega al pikap o al barrial y se devuelve a la quebrada, al río grande, al mar. Ulesrnu y patakalu son la misma agua.

Luro

Luro va debajo de la tierra; encima no se ve nada, se ve normalmente. A un lurotrap, camino de luro, en un lado del cerro, corresponde otro en el lado contrario. Su camino es de los pikap o de los barriales, pero también hay caminos en tierra seca; son como lus, túneles. Luro hace gruñidos como de puerco; hace ruidos en distintas partes. Hay gente que hace maleficio con él: trazan un camino hasta donde el vecino, ese puerco sigue el camino y le hace mal al vecino; se come su sombra y lo enferma de sordera.

Luro piroumpuik (que viene por dentro de la tierra) es el cerdo que afloja las tierras y produce el derrumbe. Si el derrumbe que viene de arriba se atranca, el cerdo hace fuerza y lo empuja para que siga; viene echando humo —¿neblina?— por la trompa.

Otros dicen que ulesrnu es el puerco que viene con el niño desatrancando el derrumbe. Su cuerpo no se ve bien pues viene entre el barro; únicamente se distinguen con claridad el ojo que brilla y las orejas que vienen pegadas con el pantano. Va botando algo por la nariz; parece que escupiera una saliva que apenas se aleja un poco se convierte como en nube. El cuerpo viene entre la palizada, apenas la cabeza viene afuera. Por encima viene untado con la sangre del derrumbe, de allí se levanta el olor de la sangre.

Algunos mayores no hablan así, ellos dicen que ulesrnu y kepantsik, el cerdo, son las sombras de los pishau, porque éstos no comían sal, y no otras sombras. Esas sombras son kuchipantsik y luropantsik, no son sombras de la ciénaga sino de los pishau anteriores. En los sueños que se sueñan de noche se ve un cerdo que viene a morder o a sacar a la gente. Es sueño de kuchipantsik, sombra de los pishau anteriores; no es de la ciénaga.

No se deben hacer casas encima de esos lurotrap ni en los planes que tienen pikap, porque las familias se enferman y mueren. Hay lurotrap que comienzan por los planes en donde están las casas; si hay un descuido al construirlas porque no se llamó al sabio tradicional, éstas pueden quedar encima de ojos de agua o pueden quedar en un sitio seco por encima y con aguas subterráneas, y eso es muy malo.

Si una casa queda encima, ulesrnu, pulo wañi atrupik o pulo patakalu, que son de allí, de esa agua, permanecen en ese sitio produciendo enfermedades. Por eso hay que llamar al sabedor nuestro para que averigüe. El pikap debe quedar a la izquierda y el plan de casa a la derecha.

Pulo wañi atrupik quiere decir que apenas viene, que se está formando. Se dice que hay sochipantsik: es la nube que viene atrupik, directo, de una cordillera muy alta a otra; se relaciona con la cintura para enfermar y dar ka. Es, por ejemplo, la nube que desde el cerro de Munchique viene a dar al Kalusruktun.

A medida que aumenta la gente que vive en esa casa que está sobre el pikap, aumenta el papo y cae encima de esos seres, enojando a ulesrnu que se levanta, que se fortalece con esa sangre, se “alimenta” con ella y se pone bravo.

La sangre se asienta encima de ese pikap, de ese patakalu, de ese ulesrnu que la reciben; entonces, con esa misma sangre se levantan y por nuestro propio descuido acaban con toda la gente.

Con esa sangre se aprovechan, se “alimentan” y se ponen furiosos; se “alimentan” también con nuestra sombra y como resultado nos ponemos débiles, débiles. Por eso, cuando hay ese papo, ulesrnu ahuyenta a las personas y las deja enfermas por bastante tiempo.

Además de luro, ulesrnu es otro kueypantsik que chilla de noche como una gallina culeca; existe uno que va por debajo de la tierra, por el túnel, y otro que va por el aire, con la nube.

Luropantsik es el espíritu de la tierra. También está isikpantsik, del viento. El que podía hablar con ellos era el cacique, que hacía remedios con plantas y trabajaba de derecha a izquierda y aparecían: pishipantsik, kosrompotopantsik, tropantsik (el de la lluvia) y el sropantsik (que venía alumbrando).

Los pantsik

Los distintos pantsik son los que ayudan en el trabajo; el buen sabedor logra juntarlos y traer el aguacero.

Nube, aguacero, neblina, barrial, ojo de agua vienen de la laguna y son caminos de kueymantsik, son caminos de agua, agua que se mueve. Es uno mismo pero son distintos. Confluyen en los pikap, viniendo unos por la tierra y otros por el aire. Nukueymantsik los globaliza a todos. Nukueypantsik es la gran sombra, es la unión de todas las aguas, pero es también la unión de los pantsik, las sombras de las personas.

Cuando patakalu y ulesrnu se juntan queda un ser muy grande. El sabio nuestro va a traer el remedio para hacer su trabajo. Comienza por las manos y los dos lados del pie y la cabeza y luego señala a la izquierda con una peinilla, vara, jigra o ramas de ortiga. Trabaja para que este ulesrnu y este patakalu queden a la izquierda. Cuando se unen, queda nukueypantsik de nakpalapantsik, queda una candelilla que va alumbrando y echando chispas.

Las candelillas

Hay tres clases de candelillas: paponak es la del sucio, de la muerte, de la criatura que nace; es roja. Pulopikonak es la de la sombra de la muerte; es blanco-rojiza. Kuaykmusiknak es la sombra de uno que ya se ha ido al kansro.

Las tres candelillas están en relación con las tres sombras —de la noche, del sol, de la luna—, se acompañan. Si no se ofrece el refresco a patakalu, a luro, a los otros seres, se llega a pantsik y a kosapik y de allí a pechapik.
Todas las aguas se unen para formar nak kosapik, candelilla, que espanta a la gente y da enfermedad. Se conforma de todos los otros, del ulesrnu, del patakalu, de todos; es la candelilla que viene de la ciénaga y se para encima de la casa, enfermando, espantando. Kosrapik rojo es nukueypantsik. La verde es la sombra del que va a irse al kansro (kuantrap musik, el que agoniza).

Las candelillas son las que prenden y apagan, son chiquitas y son mala señal si entran en la casa. Las que no apagan están relacionadas con el moropik. Son animales feos, como feroces, con patas largas y con 2 a 4 pelos largos.

Si va a venir peste, viene una candelilla grande que se revienta y se riega entre las casas; sucede a las 8, 9 ó 10 de la noche y no viene del cielo. Hay que buscar al sabedor propio que la levante pues es la sombra de la peste.

A veces, cuando llueve, vienen las candelillas al comenzar la noche. A las 7 o a las 8, una persona va por el camino y se encuentra la candelilla roja bien grande, la cabeza se le pone pesada y su cuerpo como que se calienta y se enfría. Entonces se dice que es musik kuashipik.

La candelilla blanca no es enemiga de la gente porque es la sombra propia; viene del monte, de las matas de pishintsilo, siempreviva. La roja sí es enemiga y ataca para enfermar pues recoge el papo, el sucio, de la ciénaga, de la laguna, del pikap. Si la gente sigue enferma, la candelilla crece cada vez más. Con el sucio se forma el paleik grande o pekchapik, el que debilita los cuerpos.

Cuando pasa esto, hay que llamar al sabio para que la saque. Este viene y da remedio —el fresco— a patakalu; trabaja de la derecha a la izquierda y dice: miren que va a correr algo que sale y va hacia la izquierda y se ahuyenta. El sabedor de lo propio retira el arco y coge las nak kosapik, las recoge con los remedios y las pone a la izquierda.

Si sale por ese lado es señal de que todo ha resultado bien; si lo hace por la derecha, está mal; es palaik porque sube por las cordilleras hacia lo alto; tiene una cola, y los sabios encuentran quien da vida a uno. En la enfermedad, el palaik rodea alrededor de la casa. Si no se le hace un fresco, la persona enferma se va al kansro; si se le hace, mejora.

Si el sabedor no es capaz de curar y la candelilla viene, le da dos vueltas por la cabeza y se va a la derecha, puede enfermar e irse al otro mundo también. Las nubes aparecen en forma de ataúd o de cruz. Cuando el sabio tradicional hace el trabajo de sacar la candelilla en la noche, puede salir rayo blanco en señal de que el enfermo va bien, o salir rayo negro, señal de que va mal. Entonces el sabedor informa a la familia que no haga más gastos, que el enfermo va a ir al kansro.

Cuando la candelilla se va, corre rapidísimo, como un cohetón, recogiendo y echando chispas rojas, amarillas, verdes y moradas, con los mismos colores de kosrompoto, de la candelilla, de los males; es pekchapi ik.

El pekchapi es la cola amarilla con las chispas de colores; la cabeza es ik. Todo se encierra en el pekchapi ik que se puso grande. Si corre de la derecha a la izquierda, el enfermo va a mejorar. Si corre al contrario, va despedirse para ir al otro mundo. Todo lo que se junta es nukueypantsik.
La candelilla blanca es un sólo punto que alumbra de noche, apaga y alumbra, y acompaña la vida de nosotros desde que nacemos. Cuando nace el niño, allí nace ella. Es la candelilla. Viene con uno y al crecer y coger fuerza, ella también crece y coge fuerza y se hace más grande y cambia. Si estamos enfermos, resulta la candelilla roja.

Hay candelillas que quedan aquí en la tierra, en la noche, aquí en el suelo. En el srompala también las hay. (Srompala viene de sro = aire, y pala = alto. Es el espacio; allí está todo. Hacia allá va dedicado todo el trabajo del sabio propio). Fueron a parar allá como si alguien las hubiera orientado, ahora sirven para orientar. Por eso hay unas en la tierra y otras en el srompala. Las del serompala son las que aparecen en las madrugadas, de a dos, de a dos, de a dos. No se las puede hacer enojar, al contrario, hay que contentarlas para que no envíen esas enfermedades. Estas palapantsik viven en el srompala.

Las palapantsik son como una especie de sombra. Algunas van de una estrella hacia la casa, otras van de la casa hacia la estrella en señal de que se hace una limpieza y está bien hecha. Hay grandes y chiquitas. Nunca hacen ruidos porque van por el aire.

Los seres de la muerte

Cuando la persona está para despedirse para ir al otro mundo, al kansro, en el aire aparece como un ave en forma de águila que chilla en la noche, es yemwasro. También viene el kuawera, en figura como de un perro, pero que viene por el aire, latiendo en la media noche. Otro que viene es el búho, chillando en la oscuridad. Los tres vienen contra el mosik, la sombra del enfermo.

Viene un cuarto ser que es kuanmusik, el chiflador, que silba para mandar a los tres anteriores contra el mosik del enfermo que va a ir al kansro, al otro mundo. Tiene figura de gente y es la sombra de los que ya se han muerto; viene desde el kansro para invitar a la sombra del moribundo. El enfermo se sueña con las sombras de los que ya se han ido y lo invitan para que vaya con ellas.

La sombra de la luna es yonmosik (yon es la oscuridad de la noche). La sombra del sol, del negativo, se llama posrmosik.

Cuando el chiflador silba, los tres animales se lanzan contra el mosik que acaba de salir del cuerpo del enfermo y lo persiguen hasta acorralarlo contra un monte muy alto o una peña en donde no puede correr más para escapar. Es una cacería. Los animales lo atacan por todas partes, lo pican y se lo tragan. Por eso, antiguamente no se decía que una persona estaba muerta sino que estaba mirayen pinan, que los animales se la tragaron.

Un humano no está kuan, no está muerto, vive, pero se fue al kansro, de donde viene cada año para recibir y comer las ofrendas. El fuego si puede morir —kuan— pero no la gente. Por eso el kiptsiktsilo, que es el palo dormidero, una planta viva, tsilo, está relacionado con el espíritu del misak que está durmiendo pero que la gente de ahora dice que está muerto.

Si la persona va al kansro, los pekchapi se unen para formar el palapantsik, el cometa (palaik significa que es de lo alto).

Pekchapi ik kueymantsik está relacionado con el mosik del muerto, acompaña a la gente desde que nace y le da la muerte. Cuando está bravo, bota chispas de candela y va por el aire.

Nueve días después de la ida al kansro, el sabedor viene y levanta, junto con yalo patakalu, la sombra del que se ha ido. El que se levanta es el musik, sombra de la noche, que es la más oscura; esta se va al kansro por el srompala, el camino del cielo. Mosik, la sombra del día, que es la más clara, sólo aparece con el sol y está relacionada con pulo patakalu; no se va después de la despedida sino que queda aquí, en este mundo, con el nosik, el sol.

Todas las sombras juntas se recogen en el aire para formar nukueymantsik, la gran sombra, que es de tres clases: hay pikueymantsik, la del agua, palakueymantsik, la del aire, y piraukueymantsik, la de la tierra. El pantsik, la sombra, viene desde Pishimisak. A medida que pasa por el pishau y el misak, se va volviendo más grande hasta que queda nukueypantsik.

Cuando el enfermo va a irse se señala un camino en el aire, en el srompala. Se hace como un hilo en el firmamento y por allí se va la sombra. Es el camino blanco, pulo patakalu, que se forma en la noche de un lado a otro del cielo —¿la Vía Láctea? Y se forma también yalo patakalu, que es negro, el ataúd.

Cuando la gente se va al kansro, kueymantsik, la sombra, se queda cuatro días; al hacer la limpieza se va. (Kuei es muerto, pantsik es sombra). El espíritu del que se ha ido es kueymantsik, que es de la noche; no viene de día.

Kueymantsik

Cuando llegaron los curas, ellos no entendían y entonces investigaron con un viejito que decía que la gente le ponía velas a kueymantsik. Lo que los antiguos decían era que el diablo no existía y que por la noche había kueypantsik, que son la sombra de los muertos.

Pero los religiosos dijeron que el volcán Puracé es kueymantsikya, la casa del diablo, porque echa humo y chispas; dijeron que es el mismo kansro, el otro mundo, el lugar a donde van las sombras de los que se han ido. Y la gente se olvidó de la propia creencia y comenzó a hablar de kueymantsik, el que asusta, hace daño y es malo. Ahora, después de todo ese tiempo, ya no entienden de qué se trata y perdieron el primer significado, el propio.

Y con la enseñanza de los religiosos la gente comenzó a ver al diablo de distintas formas y se aumentó la creencia en él; piensan que hay distintas clases: nukueymantsik, karupkueymantsik (karup es el mandador, el que manda, el que ordena todo lo que uno hace), patropkueymantsik (patrop es el encargado de quemar a la gente).

Se ha llegado hasta a contar que un día el Puracé amaneció bien blanquito, con nieve. Y un viejito que se paró allá vio salir tres diablos: más grande, mediano y más pequeño: nu, karup y patrop.

Pero este no es nuestro propio pensamiento; es traído de afuera y sólo nos deja confusiones.

Trero

Lo que los mayores cuentan es que después de que una persona ha ido al kansro, aparece trero, que solo viene de noche. Si asusta a alguien no hay modo de alejarla, no tiene remedio, ni el sabedor puede curar. Los sitios de vivienda donde una persona se ha despedido para ir al kansro se abandonan porque allí queda trero como el dueño de ellos. En esos sitios no se puede vivir ni se pueden armar hamacas para los niños. Dicen que la cerámica que se recoge en esos planes antiguos tiene dueño, es trero.

Trero tiene forma de mariposa grande, negra cafesosa y con ojos grandes en las alas. Sus alas parecen cáscara podrida; es lo podrido. Es del tamaño de un murciélago y no se deja matar porque es el espíritu del sol. Por eso el sabio de lo propio no puede quitarla. Pitrero vuelve a la casa el día en que la persona va a irse al kansro y se llama kueytrero. Se queda en donde se deposita el vestido del que se ha ido, por eso hay que botarlo al agua o en algún sitio seco. Acompaña a la gente toda la vida.

Así se cierra el osik waramik lincha tap, el ciclo del agua.
 
 
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